“Los cantautores no podemos estar alejados de la literatura, de la poesía”. |
Mi brújula, la
literatura. Componer exige disciplina y rigor, no es ocurrencia.
Oaxaca, México, Mayo 2014.- Cantautor, poeta, filósofo
de vida, eso en pocas palabras es Víctor Martínez. Nacido en Oaxaca pero
universal en su canto, nos dice que existe un vacío de música de más de 40 años
como resultado de la desaparición de los compositores en los medios de comunicación y el deceso de
muchos de ellos como Agustín Lara y Álvaro Carrillo.
En la presente nota, Martínez nos bosqueja a través de su lira, los paralelos de la composición y la música
contemporánea.
El fandango, la poesía y la literatura son su
brújula, la única posibilidad de no perderse, asegura.
Acompañado de su guitarra de doce cuerdas desde los
nueve años y un cúmulo de recuerdos que plasma en los tres libros de
poesía que publicará próximamente, Martínez, habla del contexto sociológico y
también artístico de la música, y reitera “que los cantautores no podemos estar
alejados de la literatura, de la poesía, ni olvidar que en nuestro propio
espacio y contexto tenemos que trascender más allá de los egos personales o
regionales”.
Autor y compositor de diez discos, uno de ellos
dedicado a la no violencia hacia las mujeres, en el cual “Nacido de Mujer” y “Otro
Gallo nos Cantará”, dos de sus composiciones
en las que plasma su visión de la mujer
y hace una crítica hacia la inequidad y la violencia, producción que fue realizada en coordinación
con el Instituto de la Mujer Oaxaqueña, a quien se entregaron 800 discos, desaparecidos
todos ellos por la actual titular de esta institución.
El cantautor oaxaqueño define en el plano musical y autoral,
un espacio donde los lugares comunes y la grosería son una expresión ideológica de los feminicidas
espirituales, que busca en -las letras de las canciones hacerle daño a las
mujeres - “por hojaldras, porque putas son de cajón” – expresiones de violencia
e incongruencia que se cantan de manera cotidiana como una expresión popular.
Integrante y fundador del Ateneo Cultural en Oaxaca
en la década de los 70, Víctor Martínez tiene su primer encuentro con la
literatura y la poesía:
“Monsiváis, Octavio Paz y Muñoz Cota vienen a
Oaxaca, con visiones profundas en un escenario donde el surrealismo universal
se había propuesto cambiar tres cosas: la vida, el mundo y el entendimiento
humano”.
Piedra de Sol de Octavio Paz y La Rebelión de la
Granja de Ortega y Gacet, le transformó la vida, “fui lector avezado desde los
16 años”.
Con esta concepción cursa la carrera de ingeniero
civil en la UNAM donde descubre que el cambio no estaba en la política o en los
partidos, ni en las mariposas amarrillas, sino en la profundidad de la poesía,
de la literatura y la lírica de la
imaginación, esa profundidad que hoy, debe ser retomada y enriquecida en la
composición y la letra de la música contemporánea, la cuál debe ser compartida
en todos los escenarios posibles de América Latina y del mundo.
Reivindicar el nivel de composición oaxaqueña a través de la profesionalización de los
músicos y compositores, es para Víctor Martínez
su razón de ser, cierto de que es entre la vida y la muerte donde se desarrolla su arte, este cantautor,
autodidacta en su lírica, pero soñador de poesías, canta y hace del cantar una
emoción, una escuela, donde el ser no es autoflagelación ni autoelogios, es
reflexión, imaginación, pensamiento donde su brújula su musa es la literatura.
(Por: Claudia Martínez*)
*Periodista,
columnista y analista. Vicepresidenta de CONAPE en Oaxaca. Premio Nacional de
Periodismo “Rosario Castellanos”.