miércoles, 11 de agosto de 2010

La industria llamada Fútbol


No importa si por el pase de un jugador se pague 60 ó 70 millones de euros. La idea es tener un equipo altamente competitivo que atraiga como imán a las más importantes empresas del mundo. Mientras se derroche tanta plata por un lado, por el otro hay gente que vive con un dólar diario o simplemente se “muere” de hambre. Cosas de la vida


El fútbol sigue siendo fuente inagotable de dinero, diariamente la prensa internacional destaca la contratación millonaria de un jugador. A pesar de las crisis económica que agobia el mundo, el futbol se ha transformado no sólo en un deporte, sino en una industria, una de las que mayores ingresos genera, no solo por los jugosos contratos de los jugadores sino también por las recaudaciones por concepto de taquilla, derechos de televisión, mercadotecnia, anuncios publicitarios, publicidad estática, indumentaria y hasta por derechos corporativos de la marca, en este caso el club tiene el 100% de las utilidades por el uso de su nombre. Los ingresos que perciben estos equipos denominados grandes, depende exclusivamente de la popularidad del club dentro de su torneo y la importancia de las ligas a la que pertenezca, y cuanto esta pueda vender en todo el sentido de la palabra. Si una selección o equipo, no tiene la suficiente capacidad de convocatoria y por ende no logra complacer las expectativas del anunciante simplemente no hay negocio. La marca buscará otra institución que si satisfaga sus necesidades publicitarias.
Contrataciones
Una vez asegurado un buen presupuesto para toda la temporada, el club esta en la obligación de sobresalir en el torneo y para ello debe hacer acertadas contrataciones que cumplan con los estándares requeridos por el club. En este tipo de negocios no se escatima el monto que se tiene que pagar por la compra o el traspaso de un jugador. Las cifras pueden llegar a ser astronómicas constituyendo una cachetada a la pobreza si se toma en cuenta la precariedad en que vive mucha gente alrededor del mundo.
Danza de pases en la historia
En el año 2001, un francés de origen argelino llamado Zinadie Zidane hizo noticia en el mundo al ser traspasado del Real Madrid español al Juventus italiano por la nada despreciable suma de 76 millones de euros. A este millonario paso le seguirían años más tarde la del portugués Luis Figo del Barcelona fichado por el Real Madrid por 67 millones de euros.
Los sudamericanos no se quedaron atrás, el argentino Hernán Crespo fue transferido del Parma a la Lazio italiana por 51 millones de euros, mientras que el brasileño Ronaldo (hoy con sobrepeso en el Corinthias), pasó del Inter de Milán al Real Madrid por la suma de 41 millones de euros.
La que paga más
Para nada es un secreto que el fútbol mueve millones, pero de adonde sale el dinero para pagar cuantiosas planillas que en muchos casos sobrepasan los 5 millones de euros mensuales.
Cada equipo tiene la plena libertad de firmar con la televisora que desee, claro previo acuerdo económico que favorezca a ambas partes, para ello realizan intensas negociaciones que pueden tardar semanas y hasta meses según sea al caso. Dichas televisoras revenden la señal de los partidos a las cadenas de televisión por cable, quienes a su vez distribuyen los partidos a todas sus filiales en el mundo, ahí esta el negocio.
Pero tomemos el caso de las ligas de alta competencia como la española. En la Península tener un equipo grande tiene sus ventajas. El Real Madrid, por ejemplo, recibe 140 millones de euros por temporada, igual suma gana el FC Barcelona. Y si cruzamos el continente europeo la situación cambia un poco; en Inglaterra el Manchester United, recibe por derechos de transmisión 58.2 euros, seguidos por el Liverpool con 56.8 y el Chelsea con 53.9 millones de euros por temporada.
Pero estadísticamente hablando la televisión siempre ha estado presente en los grandes eventos deportivos, uno de estas fue el recientemente Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. La FIFA recibió por los derechos de trasmisión la nada despreciable suma de 1.600 millones de euros.

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