En el Perú su uso si bien tímido en las últimas elecciones regionales y municipales fue muy auspicioso. En Lima, por ejemplo, muchos candidatos echaron mano de las redes sociales, para promocionar sus candidaturas. Aunque no explotaron al máximo los beneficios que estas te ofrecen ya sea por falta de creatividad o desconocimiento, vale la pena resaltar los esfuerzos de Susana Villarán, Fernando Andrade y Lourdes Flores de mantener actualizados sus respectivas redes. Aunque no podríamos decir lo mismo del resto de postulantes que simplemente optaron por continuar utilizando los métodos convencionales de campaña.
A pesar de estos pequeños avances, es obvio que a nuestros políticos aún les falta mucho en el uso del manejo de las redes sociales para verdaderamente hablar de un político peruano 2.0.
Para el docente del taller de Periodismo de Multimedia de la Universidad San Martín, César Mauricio, a nuestros políticos lo que les está faltando es conocer más el uso de las herramientas que te ofrece las redes sociales. Por ejemplo, en las últimas elecciones no aprovecharon la posibilidad de encuestas, eventos. Apenas si utilizaban sus correos electrónicos para enviar sus notas de prensa.
Juan Carlos Llanos, consultor en comunicación on-line, advierte que si bien el panorama político peruano 2.0 señala que algunos ya tienen presencia en Internet, ello no significa gozar de una buena reputación on-line o de una imagen adecuada.
“Tuitear’ no te hace el más cercano a la gente. Aparecer como estrella de rock en Facebook no te ‘humaniza’, subir largos videos en YouTube o bombardear con tu cara tu blog no te pone el traje de moderno. “La web 2.0 exige transparencia y una comunicación real y constante con la audiencia”, sostiene el especialista.
Paola Ugaz, periodista y blogger, opina que, salvo el ex ministro Juan Sheput, el resto necesita asesoría: “Deben aprender a usar la plataforma en la que se mueven: Facebook, Twitter o un blog. Se nota si no lo saben”. Cree que no es necesario sobrecargar de mensajes las redes (atención, Rosario Sasieta): “Pocos mensajes, pero claros. Tocar temas del día que interesen, futuros proyectos y (buena) comunicación”. Y “que no se pique nunca y que responda con respeto”.
Ugaz comentó que hace algún tiempo le preguntó a la legisladora Fabiola Morales por qué el ex alcalde de Lima, Luis Castañeda, no estaba en Twitter. Lo hizo en la misma red de microblogging, y Morales respondió tan rápido que hasta se comió las tildes: “Podria decirle a Lucho Castaneda q entre al Twitter, pero con la popularidad que tiene, el Twitter colapsaria…” (sic). Todo, en tiempo real, ante los ojos de cientos de “tuiteros’.
Según César Mauricio la gran mayoría de políticos que usan la red obtuvo cuentas en Facebook, red social preferida por su familiaridad en cuanto al uso, y la posibilidad de obtener amigos, más no así en Twitter, que al no ser masivo fue desestimado por los candidatos a pesar que sus organizaciones políticas abrieron sus cuentas. Una lástima, afirma, puesto que en Twitter se encuentran los mayores referentes de la opinión pública que incluye connotados periodistas. “En Facebook están tus amigos y en Twitter los amigos que quisieras tener”, asevera.
Para Mauricio lo que los políticos deben hacer para conocer más sobre las bondades que te ofrece la tecnología es buscar especialistas que a estas alturas ya tienen experiencia en el buen uso de las redes sociales y que podrían maximizar sus bondades. Lamentablemente muchos encargan este trabajo responsable a jóvenes inexpertos o practicantes. “Obviamente de esta manera no se pueden conseguir objetivos”, resalta.
De acuerdo con el docente, esta primera experiencia que han tenido nuestros políticos con el uso de las redes sociales para hacer una campaña, servirá para que algunos hagan los ajustes y un balance de lo que les dio resultados a la hora de publicar en las redes y así tener un mayor impacto para la próxima contienda electoral.
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