La agresión a una lechuza llevó a que el jugador del Deportivo Pereira, Luis Moreno, sea condenado mundialmente. A pesar de su arrepentimiento, parece que la cárcel le espera. Pero no solo en Colombia se maltrata a los animales. También en el Perú. Ahí están las corridas de toros, por ejemplo
La brutal patada que el domingo último propinara el jugador panameño Luis Moreno a una lechuza que cayó al campo de fútbol producto de un balonazo, y que trajo, horas después, la muerte de la indefensa ave en Colombia, no es la única que habido dentro de los escenarios deportivos.
El 31 de octubre de 2009, en el baloncesto de la NBA, el basquetbolista Manu Ginobili, de los Spurs de San Antonio, mató a un pequeño murciélago con la mano izquierda en pleno juego frente a Sacramento. Siete años antes, durante el desarrollo del Abierto de Australia de 2002, en la semifinal de los dobles, un tiro del francés Michael Llodra encontró un ave en pleno vuelo, y luego del impacto, murió. Los tenistas quedaron impresionados y algo tristes.
Nuevamente en los Estados Unidos, el 24 de marzo de 1991 en Arizona, en un juego de Spring Training entre San Francisco y Arizona, se jugaba la séptima entrada y Randy Johnson golpeó con un lanzamiento a una paloma que pasó volando y la mató.
Felizmente no todos los animales que entran a un campo de juego acaban como la lechuza colombiana. Hace algunos días en pleno juego de fútbol un perro policía entró al campo y le robó el balón al delantero del Uberlandia que disputaba contra el Ituiutaba una fecha mas del campeonato Mineiro, en Brasil.
En Colombia, el 2 de octubre un miembro del Valledupar correteó a un can en pleno partido ante el Barranquilla FC, en el estadio Armando Maestre Pavajeau.
En nuestro país, es común en los estadios del interior que los perros ingresen a los campos deportivos. Así como también palomas y bandadas de loros, por ejemplo, en la selva.
Condena mundial
Mientras la lechuza colombiana luchaba por su vida, su agresor, el panameño Moreno, jugador del Pereira, tras la artera patada fue insultado, no sólo en la realidad sino también dentro del ciberespacio.
Frases como: ¡No dejen jugar al Moreno! en Facebook, o “Llaman a las FARC” por el Twitter y el MSN, se hicieron cada vez mas grande, en la medida que la gente iba enterándose de su agresión. Ni siquiera en Pereira, donde juega el jugador, hubieron muestras de defensa para el panameño, mas si con el animalito que desgraciadamente a las 12:25 de la madrugada del martes 1 de marzo dejó de existir producto de un paro cardiorespiratorio.
Enterado de este suceso, el presidente de la Dirección Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), Ramón Jesurun Franco, prometió que existirá una sanción ejemplar contra el jugador.
Según un medio colombiano, Moreno recibirá entre dos y tres fechas de suspensión de parte de la Comisión Disciplinaria de la Dimayor, por lo que hasta ahora se ha convertido en su ‘patadita de la mala suerte’.
Lo que no está claro es el artículo en el cual se va a respaldar la decisión porque la agresión a un animal no está tipificada en el reglamento, dice Jesurun. “Jamás se encontrará en las normas: balonazo a perro chandoso amerita tarjeta roja y tres fechas de sanción”. O “patada a lechuza da suspensión de seis meses, si hay desplumada, un año”. “No es así”, afirma.
Sin embargo, el diario El Heraldo publicó un informe donde se explica que el acto de Moreno puede ser castigado por la justicia colombiana con una pena privativa de la libertad.
“El actual Estatuto de protección a los animales contenido en la Ley 84 de 1989 establece el régimen de sanciones que para los expertos son leves e irrisorias, como por ejemplo, el artículo 10 dispone que: Los actos dañinos de crueldad descritos en el artículo 6 de la presente Ley, serán sancionados con la pena de arresto de uno (1) a tres (3) meses y multa de cinco mil (US$2.62) a cincuenta mil pesos (US$26.20)”, informó.
En Colombia la lechuza es un símbolo del club Junior, pues cada vez que alzaba vuelo en el estadio de Barranquilla los ‘Tiburones salían airosos.
Polémica arbitral
El portal Terra de Colombia consultó a varios expertos arbitrales y encontró diferentes opiniones sobre la forma en que debió actuar el árbitro Héctor Jairo Parra y el castigo deportivo que se le puede imponer al futbolista panameño.Luis Sanjuán, presidente de la Corporación de Árbitros de la Liga de Fútbol del Atlántico, se pone en los zapatos de Parra, y afirma que debió expulsar al jugador del Pereira. “Hay un cuerpo extraño que puede ser una piedra, un tarro. El reglamento dice que cuando un implemento cae al terreno de juego y toca el balón hay que neutralizar el partido, pararlo y con un balón a tierra como lo hizo Parra. La lechuza es un cuerpo extraño, hasta donde entiendo, fue golpeada, cayó al terreno y es una conducta violenta que el jugador la pateara”.
Sanjuán recuerda casos de ingresos de perros a la cancha. “Nadie sale a pegarle al animal. Se detiene el juego”.
Toda “conducta violenta” debe ser sancionada con tarjeta roja, sea contra una de las personas oficiales del partido, jugadores, entrenadores, árbitros, aficionados u otra gente, señala Sanjuan. “El árbitro debe actuar en la parte disciplinaria y cuando tú no puedes prevenir o frenar la reacción de alguien, hay que aplicar la ley por la consecuencia. Si él vio que el animal estaba ahí, y todas las personas lo vieron, lo comentaron, la regla es clara en señalar que mientras el cuerpo extraño no intercede en el partido, puedes seguir el juego. Pero sí intercedió”.
El ex árbitro barranquillero Wilson Ramírez cree que a Parra le faltó decisión para amonestar verbalmente a Luis Moreno. “El reglamento no señala que por pegarle a un animal, el árbitro debe expulsar. Debió hablar y reconvenir al jugador. Le faltó más agilidad para evitar esa agresión y proteger al animal. El vio el cuerpo extraño y tenía que actuar con velocidad”.
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