Más allá del debate sobre la estrategia de realineamiento regional que pudo significar la gira latinoamericana de Barack Obama, , muchos seguirán preguntándose qué significa que no haya visitado Argentina, Colombia ni Perú
En su vuelo entre Brasil y Chile, el Air Force One, el avión presidencial estadounidense, pasó cerca de Argentina, sin la deferencia de una breve escala en la segunda economía regional. Luego sobrevoló Perú rumbo al norte, pese a la afinidad política demostrada por el presidente Alan García y la buena marcha de la economía de un país que aspira también a presentarse como ejemplo de crecimiento en la región.
Pero sobre todo, quedó fuera del itinerario de Obama Colombia, considerado el aliado más fiel de EE UU en el sur del continente.
Evitar elecciones
Fuentes diplomáticas estadounidenses han explicado lo inconveniente que es para un inquilino de la Casa Blanca ir a países que viven coyunturas electorales, como es el caso de Argentina y Perú, donde habrá comicios presidenciales este año.
En el caso argentino, algunos insisten en destacar el posible peso del mal momento de las relaciones con Buenos Aires tras el decomiso -”ilegal”, según el Departamento de Estado- de equipos militares -”sospechosos”, según la Casa Rosada- que iban a usarse en un programa de entrenamiento policial.
En cuanto a Colombia, las mismas fuentes afirman que Obama tiene previsto visitar el país el próximo año cuando asista a la Cumbre las Américas, por lo que no se puede considerar su exclusión en el presente viaje como un “olvido” o un “descuido”.
Además, se estima que habría sido difícil para Obama explicar por qué su gobierno no ha presentado para la ratificación del Congreso el Tratado de Libre Comercio (TLC) que dejaron aprobado Álvaro Uribe y George W. Bush.
El mejor amigo de Estados Unidos
Algunos especialistas consideran que, para Obama, haber ido a Colombia sin la “tarea hecha” del TLC habría sido incómodo, tanto para él como para el presidente Juan Manuel Santos.
Pero reconocen que Obama también aprovecha para distanciarse de sus predecesores, quienes convirtieron a Bogotá en el socio predilecto de Washington, primero en la lucha antidrogas y luego en la estrategia de contención del presidente venezolano Hugo Chávez.
“Colombia era el ‘mejor amigo’ de EE UU en América del Sur y creo que eso fue dañino tanto para Colombia como para EE UU”, dijo Julia Sweig directora de Estudios Latinoamericanos del Consejo de Relaciones Exteriores, a una agencia de noticias.
“Eso dejó la impresión en el resto de la región de que EE.UU. tenía una visión muy estrecha, muy enfocada en políticas antinarcóticos y antiterroristas excluyendo los otros asuntos importantes de la agenda social que tiene la región como prioridad”.
Justamente por eso, el director del Consejo de Asuntos Hemisféricos, Larry Byrns, no dudó en decir que haber quedado fuera del itinerario de Obama “es un momento feliz para Colombia”, por el distanciamiento que dice percibir entre ambos gobiernos.
“El presidente Santos ha dado declaraciones que llevan a Colombia a una posición más latinoamericana en vez de ser un estado subordinado a los diseños políticos estadounidenses”, dijo Byrns recordando cómo en el pasado él ha sido duro crítico del presidente Santos.
“Chile y El Salvador son buenos símbolos políticos. Chile sirve como ejemplo en su gestión económica, en su avance social y también sus resultados políticos. Es el tipo de socio que EE UU está buscando en América Latina”
La importancia de Brasil
“Tres países en una gira de cinco días, implica que no puede ir a todos los países y lógicamente algunos quedarán fuera de la agenda”, dijo Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, centro de estudios de política regionales ubicado en Washington.
Aunque Shifter reconoció que Colombia podría ser considerada como “el gran ausente”, dijo entender la lógica tras la elección de Brasil, Chile y El Salvador como destinos del primer viaje suramericano de Obama.
“Chile y El Salvador son buenos símbolos políticos. Chile sirve como ejemplo en su gestión económica, en su avance social y también sus resultados políticos. Es el tipo de socio que EE UU está buscando en América Latina”, explicó Shifter, para quien la evolución política salvadoreña también lo hace una escala meritoria.
De las etapas de Obama en su gira latinoamericana la única cuya importancia es universalmente reconocida es la de Brasil.
Por eso ir a Chile sin pasar por Buenos Aires le deja a algunos en Argentina una sensación de desaire.
“No puedo decir cuál puede haber sido el cálculo con relación a Argentina, pero si el presidente va a América del Sur y tiene que escoger entre dos países, Brasil es la elección lógica dada su importancia estratégica y económica en el mundo, que desde el punto de vista de los intereses estadounidenses lo es más que Argentina”, afirmó Julia Sweig.
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