Mientras el supercrucero Costa Concordia continúa medio sumergido en la costa italiana, ahora la pregunta es: ¿qué pasará con los restos de este inmenso trasatlántico, valorizado en US$572 millones?
Mientras los buzos registran desesperadamente las 1.500 cabinas en busca de señales de vida y las esperanzas de encontrarlas se van desvaneciendo a cada hora que pasa, la pregunta que se hace la gente es qué hacer con el barco.
Especialistas en rescates marítimos ya tienen equipos en el lugar asesorando sobre las opciones.
“Solo unas pocas compañías de rescate marítimo son capaces de llevar a cabo un trabajo de esta magnitud”, dijo Mike Lacey, secretario general de la Unión Internacional de Salvamento.
“Este tipo de accidentes ocurre todo el tiempo pero no se sabe de ellos porque no son tan espectaculares como éste, pero siempre hay un barco en problemas en algún lado”, sostuvo Lacey.
El Costa Concordia se hundió el viernes 13 en horas de la noche frente a la isla de Giglio (Italia) tras chocar con una roca que le produjo una abertura de 70 metros en el casco.
Inspecciones acuáticas
La búsqueda y el rescate son la prioridad, ése es siempre el caso”, aseguró Lacey, aunque más inspecciones se llevarán a cabo para determinar el daño que han hecho las rocas al casco.
“Es fácil ver a simple vista el terrible daño que se produjo sobre el nivel del agua, pero quién sabe lo que habrá pasado debajo.”
“No se puede poner un barco así contra las rocas y esperar que no sufra ningún daño”, añadió Lacey.
El vaciado del tanque
El ministro de Medio Ambiente italiano, Corrado Clini, dijo que en el crucero había derrames pero que no estaba claro si eran de combustible. El barco llevaba más de 2.000 toneladas de gasolina diesel.
El peligro ahora es que el barco se acerque más a las rocas, como sucedió el último lunes, y que los tanques se rompan y se produzca un vertido.
El combustible podría ser recuperado de forma segura y depositado en pequeños contenedores en la costa o en barcazas de almacenamiento.
El alcalde de la isla ha alertado sobre una “bomba de tiempo ecológica”, y el barco ha sido rodeado con un cordón anti-vertido para minimizar un posible escape.
Sacarlo a flote
Un comunicado de la compañía a cargo del barco, Costa Crociere, dijo que el crucero podría ser reflotado con “bolsas de aire” y, una vez en la superficie, transportado mediante arrastre.
Durante el proceso, que incluye la utilización de cabrestrantes, varias barcazas mueven de a poco a la embarcación hasta que es reflotada.
“Se necesita un enorme movimiento de transmisión – la energía necesaria para ponerlo en posición vertical. Es simplemente física”, asegura Lacey.
“Hubo una operación similar en el ferry (hundido) Herald of Free Enterprise en 1987, pero aquel barco tenía un cuarto del tamaño de éste.”
“Bolsas de aire pueden ser colocadas bajo la parte de estribor por buzos y posteriormente pueden ser infladas para ayudar el reflote”, añade, pero esto solo no sería suficiente para llevarlo a flote.
Arreglando el casco
“Es posible, con un daño mínimo, prefabricar un parche de metal y colocarlo en el lugar adecuado”, dijo Dawn Gorman, editor de la revista International Tug and OSV, una publicación especializada en salvamento marítimo.
“Pero aún no sabemos si esa operación es posible, sin un gran daño, en un caso de estas dimensiones.”
Si el casco pudiese ser arreglado, el siguiente paso sería bombear el agua hacia fuera y estabilizarlo, un proceso muy largo, según Gorman.
“Pero no tiene sentido bombear el agua si el agujero no ha sido cubierto, y la superficie de este agujero es muy grande.”
De acuerdo con Gorman puede que la embarcación no sea rescatable y que no sea posible arreglarlo y reflotarlo, porque los daños son demasiado grandes.
El mes pasado el barco de carga Rena se partió en dos cerca de Nueva Zelanda, tras un continuo castigo del oleaje, tres meses después de haber encallado.
Pero es poco probable que esto pase en el caso del crucero, señala Lacey.
Para el secretario general de la Unión Internacional de Salvamento Rena estaba muy expuesto así que fue severamente castigado, pero en este caso no habrá fatiga del metal ya que no hay mucho viento por lo que las partes en contacto con el aire tardarán en oxidarse.
El remolque
Una vez en la superficie, remolcar el barco usando barcazas no es algo complicado, lo que significa que podría ser trasladado para su reparación.
El Costa Concordia puede ser un barco grande para ser un crucero, pero es pequeño si se lo compara con cargueros o barcos cisterna.
El desguace
Pero dada la magnitud de los daños, puede que vaya a ser simplemente troceado en partas para su desguace. Las aseguradoras tienen que evaluar el coste de las reparaciones y el coste de lo que llevaría ponerlo en posición para la reparación.
“Hay posibilidades de que sea rescatado pero sería un rescate muy complicado”, dice Richard Meade de Lloyds List, una publicación relacionada con la industria marítima.
“Creo que lo más probable es que sea declarado una pérdida total.”
Mientras los especialistas deciden qué hacer con el Costa Concordia, los habitantes de la isla de Giglio están más que preocupados por el daño ecológico que este desastre marítimo puede traer para la flora y fauna de esta parte de Italia. Solo queda esperar el desenlace final.
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