Luego de la Guerra de las Malvinas, el rock Argentino se hizo conocido en toda América Latina. Uno de sus primeros pioneros fue Luis Alberto Spinetta
En muchas partes de América Latina han pasado un tanto desapercibidas, dos noticias de Argentina. En apariencias desiguales, ambas informaciones tienen mucho que ver con la historia del rock de ese país.
Primeramente está la creciente tensión entre la nación argentina y el Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas, un conflicto de casi dos siglos de antigüedad y que desató la llamada Guerra de las Malvinas en 1982.
En las últimas semanas se recrudecieron los entredichos entre ambos gobiernos, ya que el primer ministro británico, David Cameron, acusó a Argentina de “colonialista”, mientras que la presidenta de ese país, Cristina Fernández de Kirchner denunció la “militarización” del Atlántico Sur ejercida por la Gran Bretaña.
Según la interpretación del periodista argentino Leonardo Boix para la revista Proceso, las tensiones han aumentado “debido a las recientemente descubiertas reservas de petróleo y gas del pequeño archipiélago”.
Pero ¿qué tiene qué ver todo esto con la música? Los peruanos recordamos históricamente de Argentina los diversos golpes de estado y dictaduras militares que ha tenido a través del tiempo, así como sus severas crisis económicas, la última de 1998. Sobre el desarrollo de su rock, sabemos que los pioneros interpretaban, como en Perú y otros países latinos, versiones en español de rolas anglosajonas, aunque cualquier melómano nos mencionará a Luis Alberto Spinetta, Manal y Los Gatos como los primeros artistas en componer material propio.
Con la Guerra de las Malvinas, el entonces gobierno militar prohibió la difusión de la música del “enemigo”, un hecho ‘decisivo’ según describe Ed Morales en su libro Ritmo Latino. “Al margen de un sentido renovado de nacionalismo aislacionista, los argentinos sintonizaron con el rock inglés y estadounidense y se pusieron a crear su propia música rock”. Es en ese momento cuando el género en español toma aquí un segundo aire.
En 1983, con el fin de la dictadura militar se abrió las puertas a un nuevo movimiento rockero. Grupos como los Sumo, al estilo de los Butthole Surfers, Los Divididos, de inspiración punk, y los pop rockers Los Twist y Virus dieron a Buenos Aires una nueva inyección de rock.
Morales escribió que “como puente entre la generación que produjo estrellas como Charly García y Luis Alberto Spinetta figuraba el talento inspirado y característico de Fito Páez”. Además, “dos grandes grupos de rock, Los Fabulosos Cadillacs y Soda Stereo, se hicieron célebres en Argentina y el mundo latino a finales de los ochenta, desde direcciones totalmente diferentes (ska y pop)”.
A partir de entonces, las propuestas argentinas dejarían de ser desconocidas para los diversos países latinoamericanos: Enanitos Verdes, Attaque 77, Los Pericos, Rata Blanca, Andrés Calamaro, Bersuit Vergarabat, A.N.I.M.A.L. y un largo etcétera. Pero ¿qué hay de la otra noticia a la que nos referíamos al inicio del texto?...
Precisamente uno de esos pioneros porteños, Luis Alberto Spinetta, acaba de fallecer el último ocho de febrero víctima de cáncer de pulmón. Lo despidieron sus cuatro hijos, entre ellos Dante, vocalista de Illya Kuryaki And The Valderramas (escuchar ‘Abarajame’ y la bailable ‘Coolo’).
Apodado cariñosamente como “El Flaco”, sus letras y sonidos son influencia obvia no solo para sus paisanos tipo Gustavo Cerati (desgraciadamente aún en coma desde el año 2010) sino para cualquier banda que presuma todavía de componer rock en español. Padre del rock albiceleste, en su música encontramos desde blues hasta psicodelia, con líricas que beben de grandes artistas y pensadores como Foucault, Vincent Van Gogh, Sigmund Freud, Friedrich Nietzsche y Carlos Castaneda.
NOTA:
En la guerra de las Malvinas entre Argentina e Inglaterra, ocurrida entre los meses de abril y junio de 1982, murieron 649 soldados argentinos, 255 británicos y tres civiles isleños.
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