Para el especialista de Cedro Milton Rojas, el posible aumento del consumo de crack en el Perú podría desencadenar un problema mayúsculo si no se hace una campaña agresiva de no consumo de esta droga - dado su poder adictivo y destructivo a la vez.
Es que remitiendo a las cifras, en el Perú existen alrededor de un millón y medio de adictos a algún tipo de alucinógeno (marihuana, pasta básica de cocaína, alcohol, éxtasis, entre otras). Y si a esto le sumamos una nueva droga que es más adictiva que todas las drogas juntas, esto provocaría que los servicios de salud en el Perú hasta hoy deficientes, colapse por completo.
Rojas manifiesta que un presupuesto ínfimo es que ha destinado el Estado a la salud mental de los peruanos, en lo que esta incluido mínimamente el tratamiento de pacientes adictos a una droga, en la que resultaría irrisorio dado la magnitud de tratar adictos al crack, debido a que estos van a requerir tratamientos largos, complejos y costosos.
“El problema del consumo se crack se puede multiplicar si no se hace todo un monitoreo del problema, de la mano de un estricto seguimiento de quien o quienes están elaborando esta droga de forma artesanal para luego distribuirlas tanto en discotecas, hasta llegar incluso a pedirlos por delivery a través de internet. En eso debe ponerse a trabajar la Policía, no se puede permitir que esta droga se comience a fabricar y a distribuir de forma masiva” puntualizó.
Asimismo el especialista señaló que el ingresó de esta droga al Perú fue producto de la inmigración de ciudadanos norteamericanos que purgan condena en cárceles peruanas por delitos de tráfico ilícito de drogas. Con ellos, se introduzco la fabricación artesanal del crack, que requiere de una preparación especial a base de pasta básica de cocaína y bicarbonato de sodio, esto aprovechando que el precio de la cocaína que en el Perú es barata.
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