Noticias recientes sobre los casos de violencia a la niñez ponen en alerta a la sociedad peruana. Y es que según el Ministerio de la Mujer, en el país el maltrato físico y emocional contra los menores está en aumento. Solo el año pasado, 3,650 niños fueron ultrajados sexualmente.
La extraña muerte de un niño de cuatro años ha generado revuelos en la calle Diego Cornejo, del distrito de Surco. Los familiares de la víctima aseguran que el menor, quien presentó hematomas en su pequeño cuerpo sin vida, se cayó de la cama. Pero los vecinos aseguran que el infante era víctima de maltratos por parte de su padrastro.
El noticiero 24 Horas informó que el niño presentó rasguños en el cuello, así como moretones en el tórax y en el rostro.
Soledad Villagómez Vásquez, madre del pequeño difunto, cuyas iniciales son G.V.V, aseguró que su menor hijo era golpeado frecuentemente en el colegio y que dos días antes de su fallecimiento se cayó de la cama y, al no recibir la ayuda médica necesaria, terminó muriendo en un trágico desenlace.
Pero los vecinos que viven en la zona no se creen dicha versión de la historia. Para ellos, el responsable de esta extraña muerte sería Ricardo Martínez, hombre de 37 años, quien era el padrastro del menor, y que según lo que indican los vecinos, golpeaba al niño con mucha frecuencia.
Para un país como el nuestro donde la violencia familiar muchas veces se tolera, es común escuchar casos como del menor muerto aparentemente por su padrastro.
Recientemente, el Cuerpo de Serenazgo de la Municipalidad Provincial de Huamanga (Ayacucho), intervino en varios casos de violencia familiar, donde, desgraciadamente, también las principales víctimas fueron los niños.
Cruda realidad
La Asamblea General de las Naciones Unidas acaba de hacer público una realidad escalofriante: ¡A nivel mundial cada año mueren más de 80 mil niños como resultados de alguna forma de violencia!
Así como acontece en otras partes del mundo, en el Perú también se maltrata física y psicológicamente a los menores, es más, inclusive en algunas regiones del país es visto como algo normal.
De acuerdo con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en el 2011 se reportaron 41,144 casos de violencia doméstica y sexual en todo el país. De esa cifra, al menos 3,650 menores fueron ultrajados sexualmente. Solo en el primer mes de este año, 1,024 menores fueron agredidos física y emocionalmente, lo que refleja lo preocupante de esta situación.
Las altas cifras de violencia hacia los niños no solo se dan en Lima, también encontramos muchísimos casos en algunas regiones, como en Junín y Apurimac, donde según el INEI, se reportaron un total de 569 y 548 casos de maltrato infantil bajo la modalidad de negligencia o abandono.
En nuestra capital, los distritos de mayor índice de maltrato infantil registrados por el INEI en el 2010 y que fueron atendidos por el Programa de Defensoría Municipal del Niño y el Adolescentes en Lima Metropolitana y Callao, son: Ate Vitarte, Callao, El agustino, Puente Piedra, San Juan de Lurigancho, San Juan de Miraflores, San Martin de Porres y Ventanilla.
Además, la cifra nacional de menores de 18 años que actualmente trabajan y estudian, o solo trabajan, supera los 2 millones. Y de este universo, el 61% tiene entre 6 y 13 años, según un estudio hecho por el Comité para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil.
“La violencia no es respuesta”
Para la Representante Especial de la ONU para la Erradicación de la Violencia Contra Niños, Niñas y Adolescentes, María Santos Pais, quien llegó al Perú la semana pasada para participar en la “Consulta Internacional de Expertos sobre la Prevención y Respuesta a la Violencia Contra la Primera Infancia”, la violencia contra los niños no es la respuesta adecuada para ningún tipo de situación.
En esa misma dirección, afirmó que el Código de la Niñez y del Adolescente, que se está tratando en el Congreso peruano, es una oportunidad “fantástica” que garantiza el compromiso del Estado para establecer la prohibición de todas las formas de violencia en todos los contextos para todos los niños.
“Tengo mucha esperanza que esa prohibición de la violencia física, sexual, verbal, para todos los niños, en la escuela, la comunidad y el hogar, sea reflejado de forma clara en la revisión del Código (Código del Niño y el Adolescente), porque es eso lo que requiere la Comisión de los Derechos del Niño, ratificada por Perú”, indicó la Secretaria Santos País.
Expresó, además, su deseo particular de que el Perú pueda llegar a ser el cuarto país con mejor legislación en cuanto a temas de maltrato contra la niñez, ya que los tres primeros lugares los ocupan Uruguay, Costa Rica y Venezuela.
“Creo que es muy importante que los países tengan como prioridad a la niñez y me parece alentador que la Primera Dama y el Presidente reconozcan este objetivo fundamental en el Perú. Haremos conocido este compromiso en otras partes del mundo”, señaló Marta Santos País.
“Los niños deben ser escuchados”
Para la especialista en temas de la niñez, la asistenta social Lourdes Febres Chirinos, magister en Gestión del Desarrollo, y Coordinadora General de la ONG “Acción por los Niños”, los infantes, al igual que todos nosotros, tienen el derecho de ser escuchados y atendidos.
“Cuando hablamos de violencia no solo nos referimos a la violencia física, ya que hay muchos tipos de violencia hacia los menores”, comienza diciéndonos la Coordinadora.
En esa misma línea, la magister nos señala que, incluso, cuando un padre abandona a su hijo ya lo está haciendo víctima de violencia familiar.
Sobre el caso del niño de cuatro años que fue encontrado muerto en una vivienda de Surco, con moretones y rasguños, la especialista afirma que la muerte del infante solo es el tramo final de una vida de maltratos y humillaciones, teniendo como desenlace la defunción de un menor; y lo peor, según ella, es que no existen normas que sancionen la humillación a los niños, lo que debería ser a todas luces penalizado.
“Los padres no tenemos derecho de maltratar o violentar nuestros hijos. Eso es intolerable”, sostiene la asistenta social.
Febres Chirinos asegura que, muchas veces, los padres, para corregir una conducta de los hijos que consideran no está bien, recurren al golpe. Y esto se da porque el principal problema de las familias actuales es la ineficaz comunicación entre los padres y los hijos. “Por eso, los conflictos se resuelven a través del golpe, los jalones de orejas o a través del insulto”, asegura Lourdes.
“No existen muchas estadísticas en temas de violencia o maltrato a los niños. Sin embargo, el Centro de Violencia Mujer indica que, aproximadamente, hasta el año pasado, mil 200 niños, entre los 0 y 18 años de edad, fueron víctimas de violación sexual. Otros son víctimas de maltrato físico”, afirma la especialista.
Ante nuestra interrogante sobre cuáles son las formas más usadas por los padres y otros adultos para maltratar a los menores, la especialista dice que, aunque parezca increíble, los progenitores, en la mayoría de los casos, utilizan sus propias manos para castigar y violentar a sus propios hijos.
“Algunos usan las correas, las varas; otros, más extremos, amenazan a los hijos con quemar su manito en el fuego. Algunos padres sí llegan a cumplir sus amenazas, en el peor de los casos. Pero, por lo general, los padres maltratan a sus hijos con cachetadas, patadones e insultos”, refiere la asistenta.
Cabe señalar que de acuerdo con el Código Penal vigente los delitos de violencia contra los menores son castigados drásticamente, ya que van desde las penas privativas de la libertad entre 20 a 30 años, hasta la cadena perpetua, dependiendo de la gravedad de la violencia cometida.
A pesar de la severidad del código, aún muchas personas hacen caso omiso de esa prohibición. Para algunos juristas el verdadero problema de este tema es la incorrecta aplicación de la norma. Sin embargo, para la Coordinadora General de la ONG “Acción por los Niños”, el problema no es la norma. “Las leyes no se aplican adecuadamente. A lo mejor tenemos fiscales corruptos, que aceptan sobornos, entonces, ¡¿de qué justicia estamos hablando?! si no hay celeridad en los procesos judiciales ni penalizaciones. Esto es grave para el país. Por eso estamos trabajando, sobre todo, en que se sancione la humillación al niño, porque existe un vacío legal en ese aspecto. No debemos esperar al maltrato físico o a la muerte, sino se debe sancionar los insultos y humillaciones de la que puede ser víctima un menor. Por eso estamos luchando”, sostiene Lourdes Febres.
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