Fueron muchos los problemas que se encontraba atravesando la señora Simone antes de conocer el Cenáculo del Espíritu Santo. “Estaba en la quiebra y totalmente desanimada. Llegué a tener una vida de calidad, pero de manera inexplicable perdí lo que conquisté de la noche a la mañana. Financieramente quedé en el fondo del pozo y junto con ese problema vinieron las peleas y el desentendimiento con mi esposo, lo que casi acaba con mi matrimonio. Mi esposo fue el primero en participar de las reuniones del Cenáculo del Espíritu Santo”, inició su testimonio.
Después de un tiempo, Simone decidió acompañar a su esposo a las reuniones. “En la primera reunión que participé sentí una paz que nunca había sentido, pero el cambio de vida vino después de haber participado de la Hoguera Santa de Israel y tras colocar un verdadero sacrificio en el altar, entonces ¡nada ni nadie nos detuvo a la hora de conquistar algo!”, afirmó.
La vida de ambos comenzó a cambiar a partir del momento en que decidieron colocar su fe en acción. “Volvimos a conquistar las 32 empresas de Offshore que había perdido y ganamos otras 16. Mi esposo recuperó la credibilidad profesional, algo que era prácticamente imposible. Por otro lado conquisté una clínica de estética. ¡Realmente el que tiene a Dios y sacrifica obtiene todo aquello que desea!”, finalizó muy contenta.
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