 Para muchas personas tener el conocimiento de que se está padeciendo una enfermedad, puede hacerles vulnerables, producirles una disminución de la autoestima, y alterarles los aspectos de la vida cotidiana.  Carolina Ceballos tuvo que enfrentar los síntomas de la enfermedad que le detectaron.
Para muchas personas tener el conocimiento de que se está padeciendo una enfermedad, puede hacerles vulnerables, producirles una disminución de la autoestima, y alterarles los aspectos de la vida cotidiana.  Carolina Ceballos tuvo que enfrentar los síntomas de la enfermedad que le detectaron.
“Durante mucho tiempo padecí con fuertes y constantes dolores de cabeza, a causa de que no me alimentaba correctamente por las preocupaciones que tenía. Esta situación me produjo una mancha en el cerebro; los médicos no sabían las causas. Comencé a tener desmayos, decaimiento y todo se me olvidaba, esto me ocasionó mucho sufrimiento”, recordó Carolina. 
En el Cenáculo del Espíritu Santo ella conoció el verdadero Dios, gracias a la invitación que una de sus hermanas le hizo. “Después de participar y pedir con toda sinceridad por mi salud en la reunión de los “Casos Imposibles” fui respondida. Ahora soy feliz, pues estoy totalmente sanada y libre de los problemas” finalizó muy alegre Carolina.
 
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