jueves, 24 de enero de 2013

De la miseria a la prosperidad


Mi nombre es Eva Sandoval. Antes de conocer el Cenáculo del Espíritu Santo, era una persona muy depresiva.
Quedé muy joven sola con mis dos hijas. Separada y muy pobre, no tenía nada, vivía de un sueldo mínimo y con dos hijas a cuesta se me hizo la vida muy difícil.
Vivía en  un cuarto chico y muchas veces llegue al punto de no tener nada para darles de comer y tampoco tenía para vestir a mis hijas.
Era tanta mi miseria que anhelaba que alguien me sacara de esa tristeza y amargura en la cual me encontraba.
Conocí el cenáculo y encontré a un Dios vivo y grande que antes no sabía que existía.
Entregué mi vida en el altar participando de la Hoguera Santa de Israel y mi vida tuvo un cambio extraordinario.
Logré iniciar mi empresa de guardias de seguridad, hoy tengo 25 funcionarios.
Tengo mi linda oficina. Conquisté mi departamento y mi auto 0 km. El cual pagué al contado.
Y conocí a un hombre maravilloso. Pude reconstruir mi vida en todos los sentidos. La obra de Dios fue completa.
Y eso sucedió cuando yo sacrifique para Dios en la Hoguera Santa de Israel.
Realmente hoy soy muy feliz.

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