La señora Judith Fabián Flores nos contó que siempre había buscado la felicidad para su vida, pero que esto le parecía inalcanzable. “Yo sufría de hemorragias y dolores en todo el cuerpo. También tenía depresión, habían momentos en que me encontraba muy triste, me encerraba en mi cuarto y no quería hablar con nadie, habían otros momentos en que era muy impulsiva, y si alguien me decía algo yo explotaba y peleaba con los demás, al punto de descontrolarme”, afirmó.
Judith nos contó que ella tenía muchas deudas y que no podía pagarlas. “Mi familia no contaba conmigo para nada y se apartaban de mí y yo también me alejaba, y cuando estaba cerca de ellos me incomodaba, porque yo sabía que ellos pensaban que yo siempre permanecería así, y que nunca iría a cambiar”, nos habló.
Una noche que no podía dormir, miró el programa del Cenáculo del Espíritu Santo en la televisión y decidió venir para buscar lo que a ella le parecía imposible. “Anoté la dirección y tomé la decisión de asistir al Cenáculo, desde el primer día que llegué, mi vida comenzó a cambiar, yo empecé a sentirme diferente, comencé a hacer las cadenas de oración y a prestar mucha atención a todo lo que los hombres de Dios enseñaban en el altar, esto fue de mucha importancia para mi cambio de vida”, reconoció.
Judith aprendió a luchar en las reuniones de los Casos Imposibles. Ella colocaba en práctica todo lo que aprendía. “Hoy estoy totalmente curada de las hemorragias, ya no tengo más dolores en el cuerpo. Ahora soy una mujer completamente liberada de la depresión y de los cambios de ánimo que tenía. Hoy no tengo más deudas. Ahora la relación con mi familia cambió, nos llevamos muy bien, en el pasado fui una mujer que sufrió mucho, pero en el presente soy una mujer muy feliz, una persona transformada gracias al poder de Dios manifestado en mi vida.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario