Testimonio Casos Imposibles
La señora Erlinda Jiménez Salinas, quien durante mucho tiempo tuvo que padecer con una enfermedad denominada amigdalitis nos va a contar un poco de su vida antes de tener un encuentro con Dios. “Este problema que tenía en mi garganta hizo que con el pasar del tiempo se agravara y que comenzara a perder la voz. También me causaba dolores muy fuertes al hablar, tenía falta de apetito y me causaba dolores de cabeza constantes, por lo tanto no podía llevar una vida normal como cualquier persona”, relató.
Esta enfermedad le trajo también problemas en su vida espiritual. “Comencé a padecer de insomnio, lo cual traía consecuencias en mi carácter, ya que como no podía dormir paraba malhumorada todo el día, de todo me enojaba y con todos peleaba”, mencionó.
Por más que ella buscaba una solución no la encontraba, por lo contrario, la situación era mucho más difícil de sobrellevar. “Yo trataba de llevar una vida normal, pero los dolores en mi garganta eran tan intensos que me era imposible. Los médicos me daban medicamentos y tratamientos que calmaban los dolores por unos instantes, pero cuando pasaba el efecto de estos los dolores aparecían con más fuerza, incluso llegué a pensar que iría a vivir con esta enfermedad por el resto de mi vida”, dijo.
En esta situación Erlinda conoció el Cenáculo del Espíritu Santo. “Comencé a realizar las cadenas de oración en la reunión de los Casos Imposibles en donde vi algunas mejorías en mi vida. Fue entonces que escuché hablar de la Campaña de Israel, fue ahí que me di cuenta que si existía una chance para conseguir mi cura completa”, comentó.
Erlinda participó con mucha fe, creyendo que a través de su sacrificio Dios le respondería. “Hoy me encuentro completamente libre de la enfermedad que tenía y de los males espirituales. Soy una mujer nueva y completamente transformada. Yo comprobé en carne propia que para Dios no hay nada imposible”, concluyó muy feliz.
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