jueves, 14 de marzo de 2013

“Estaba pensando en eso”


Palabra del Obispo Macedo

Entonces Jesús dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? .El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después. (Lucas 13: 6-9).
¿Quién puede definir el espíritu del dueño de la viña? ¿Satisfecho o indignado?
¿Será que esta higuera no tuvo el cuidado que las otras recibieron?
¿Será que no recibió el agua que las otras recibieron?
¿El problema estará en la tierra que fue buena para otras y no para ella?
¿Si todas fueron tratadas de una misma manera porque las otras dieron frutos y ella no?
Con seguridad, el problema estaba en ella.
Todo lo que las otras recibieron, ella recibió. Y a causa de eso esa higuera tenía que dar frutos. Ahí estaba la indignación del dueño de la viña.
Cuando su siervo dijo: “Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.” no hubo respuesta de su señor, pues seguro de nada serviría. Hasta porque todo aquel tiempo ellos cavaron alrededor y colocaron abono. De todo se hizo por ella.
¿Qué es lo que Dios ha dado y no ha sido para todos?
Por ejemplo, el mensaje que el Obispo Macedo ha dado ¿es para algunos o para todos?
Hemos visto que es para todos
Entonces si es para todo el mundo ¿porque algunos han dado fruto y otros no?
Aquí está la respuesta: 
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz” (Hebreos 12:1,2)
Como avanzar  si no hay indignación.
Es seguro, Dios aún tiene mucho por hacer, pero ¿será que esta grande nube de testimonios no ha sido suficiente?
¡Indígnese y avance!

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