Parar unos minutos para hacer ejercicios puede significar la diferencia entre terminar el día sin tensiones físicas ni mentales o quedar agotada. Por eso es importante mejorar la postura y tonificar los músculos.
¿Estás tensa y estresada? ¿Te duele la cabeza? ¿Tienes los ojos fatigados? Para un momento, siéntate con la espalda recta, coloca las manos en la tripa y siente cómo sube y baja al ritmo de tu respiración. Después, frótate las manos y colócalas ahuecadas sobre los ojos. Respira en tres tiempos y exhala en seis. Si puedes, levántate, flexiona las rodillas, redondea la espalda y deja que la cabeza y los brazos caigan. ¿Estás sola? Descálzate, siéntate en el suelo con las piernas cruzas y la espalda recta, coloca las manos sobre las rodillas con las palmas hacia arriba, cierra los ojos y respira por la nariz. Cuenta uno por cada inhalación y exhalación y repite cuando llegues a diez. Ya estás meditando. Cinco minutos así te devolverán la calma y el equilibrio cuerpo mente.
Cuello y hombros tensos
Muchas horas de trabajo y tensiones suelen ocasionar rigidez en el cuello y los hombros. Para relajarlo, coloca las manos en la nuca y baja la cabeza para estirar suavemente las cervicales en el centro y a los lados. Haz semicírculos suaves de un lado al otro solo hacia abajo. Con una mano en la oreja contraria y la otra en la espalda, estira el cuello a un lado y al otro. Luego gira la nariz hacia el hombro y repite. Para relajar los hombros, haz movimientos circulares adelante y atrás flexionando los brazos y colocando las yemas de los dedos encima.
¿Dolor de espalda?
Cuando empieces a sentir molestias, para, agarra la silla con los brazos estirados hacia atrás y ve hacia delante con la espalda recta y dejando caer la cabeza. Para estirar los costados, levanta los brazos, coge con una mano la muñeca contraria y estira a un lado; después coge un codo, lleva la palma de la mano a la espalda y estira. Para la parte baja de la espalda, abre las piernas y déjate caer entre ellas. Levántate, abraza tus piernas y redondea la espalda. Para terminar, lleva los brazos atrás, entrelaza los dedos y con las rodillas flexionadas baja la espalda y tira de las manos hacia el techo.
Antes de irte, estírate
Además de hacer los ejercicios específicos para cada síntoma, estirarte al final del día contrarrestará las malas posturas en el trabajo, el sedentarismo, las contracturas y el estrés. Devolver a los músculos su longitud original hará que parezcas más alta y más joven, te ayudará a dormir mejor y te desbloqueará física y mentalmente.
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