Desde hace algunos días ya está en el espacio el primer robot humanoide que intentará demostrar en qué medidas las máquinas pueden apoyar emocionalmente a los humanos.
Se llama Kirobo y su tarea será acompañar al astronauta japonés Kochi Wakata, quien comenzará en noviembre una misión en la Estación Espacial Internacional (EEI).
El androide partió en el cohete H-2B desde la isla de Tanegashima, al sur de Japón.
La nave de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón también llevó provisiones, como agua, comida, ropa y elementos de trabajo para la tripulación de seis miembros que ya se encuentra en la EEI.
El nombre del androide surge de la combinación de las palabras en japonés “esperanza” y “robot”.
Pesa alrededor de 1kg y tiene un amplio rango de movimientos. Su diseño fue inspirado por el personaje de animación Astro Boy.
Kirobo está programado para comunicarse en japonés y llevar un registro de las conversaciones que mantenga con Wakata, quien asumirá el rol de comando de la EEI.
Además le presentará al astronauta mensajes de la sala de control.
“Kirobo memorizará la cara de Wakata para poder reconocerlo cuando se encuentren en el espacio”, dijo su creador, Tomotaka Takahashi.
“Quiero que este robot sirva de mediador entre una persona y una máquina, o entre una persona e internet; inclusive entre personas”.
El desafío más grande es lograr que el androide funcione bien en el espacio, agregó Takahashi.
Para ese fin, su equipo realizó decenas de pruebas a lo largo de nueve meses de preparación.
Gemelos
Kirobo tiene un robot gemelo que se quedará en la Tierra y se llama Mirata.
Su rol será estar alerta ante posibles problemas en su “hermano” espacial.
El desarrollo de Kirobo es un emprendimiento conjunto de Takahashi, el fabricante de coches Toyota y la compañía de publicidad Dentsu.
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