En la medida que
la mujer es más joven, ella está más expuesta a los peligros sexuales.
Las mujeres ya
no se sienten seguras cuando dejan sus casas. Un estudio reveló que en el país
siete peruanas de cada diez fue objeto de acoso sexual, mientras que en Lima
esa cifra fue de nueve. Lo más vergonzante, es que la mayoría de los agresores
no son castigados.
Un estudio del Instituto de Opinión Pública (IOP) de
la PUCP reveló que las peruanas cuando salen a las calles están expuestas a
varios peligros sexuales. Entre los más comunes está las miradas obscenas, los
silbidos y los ‘piropos’ subidos de tono; sin embargo, no son los únicos.
A raíz del acoso sexual que sufriera Magaly Solier
dentro de un ómnibus del Metropolitano salió a la luz que los roces y
frotamientos que las mujeres suelen quejarse cuando tienen a un hombre detrás
de ellas no eran cosas aisladas como muchos pensábamos.
Gracias a la denuncia de la actriz ayacuchana se
supo que hasta fines de junio del presente año en los buses del Metropolitano
se habían reportado más de 36 casos similares.
“Las mujeres ya no estamos seguras ni en los
carros. ¿Qué está pasando? ¿Ya no
tenemos caballeros en el Perú?”, se preguntó Solier al ser abordada por la
prensa.
Si bien muchos hombres respetan a las mujeres dentro
de los buses, ¿por qué algunos no lo hacen? Según la psicóloga Eva Caballero
del Sisol San Martín de Porres, los varones que actúan así son porque en su
adolescencia no tuvieron buenas experiencias con las mujeres, situación que con
el tiempo los llevó a inhibirse.
Por su parte el psiquiatra Fredy Vásquez considera que esa conducta es como
consecuencia de la parafilia, que es una desviación sexual en el que la fuente
predominante del placer no está en la cópula sino en otra actividad que lo
acompaña, como es el frotamiento, el tocamiento indebido, etc.
Agrega que este placer le impulsa, a sabiendas que
lo están filmando, a cometer estos actos.
El doctor Vásquez dice que estos hombres pudieron
haber adquirido esta desviación durante su infancia porque fueron testigos de
escenas sexuales que lo impactaron, o porque habiéndolo practicado sufrieron
duros castigos por culpa de ello.
¿Es posible reconocer a estos individuos dentro de
los buses antes que den riendas sueltas a sus bajos instintos? Según la psicóloga Caballero, sí. Para esta
profesional, si un hombre se para en medio del corredor o al lado de la bajada
pudiendo hacerlo en otro sitio, se debe sospechar. Lo mismo cuando se observa
un sujeto teniendo un periódico o algún folder en la mano que pudiéndolo
sostener a la altura del estómago lo tiene por entre sus miembros.
Según el estudio del Instituto de Opinión Pública
(IOP) de la PUCP elaborado en el 2013, en la medida que la mujer sea más joven
está más expuesta a los peligros sexuales.
De acuerdo con el IOP, en el país siete de cada diez
mujeres entrevistadas de entre 18 y 29 años fue objeto alguna vez en sus vidas de
algún tipo de agresión sexual. En Lima Metropolitana fueron nueve de cada diez.
En el caso de Lima, los distritos con más denuncias
de acoso sexual son Surco y algunas zonas del Callao.
Lamentablemente muchas de estas agresiones no son
denunciadas, básicamente porque la denunciante abandona el caso.
Según Silvia Loli, gerente de la Mujer de la Municipalidad
de Lima, esto se debe porque los procesos duran casi un año, en promedio, y
porque para demostrar la agresión la víctima tiene que adjuntar pruebas, como
declaraciones de testigos, exámenes psicológicos y hasta evidencia biológica. “Basta
que una de ellas falte para que se caiga la denuncia”, dice la funcionaria
edil.
Por eso, agrega, muchos de estos individuos se
aprovechan de esa realidad para continuar cometiendo esos actos.
¿Cómo afecta a
la víctima?
Para la psicóloga del Sisol, las mujeres que se ven
expuestas a estas experiencias comienzan a experimentar fobias para subir a un
ómnibus o caminar solas, y si son adolescentes van a sufrir sentimientos de
culpabilidad, aislamiento y en algunos casos se autocastigaran optando por
utilizar ropas no apropiadas para su edad.
Mientras tanto el doctor Nizama considera que las
victimas pueden tener en el futuro traumas en su vida sexual, además de
ansiedad al momento de salir a la calle. (Raúl Vela)
Del 2012 a la
fecha, más de 36 denuncias por acoso sexual se han reportado en el
Metropolitano.
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