A medida que las
mujeres se van acercando a la menopausia, muchas comienzan angustiarse, debido a la idea
de que la menopausia es sinónimo de vejez, mal humor, pérdida de la femineidad,
de ahí que para millones de mujeres sea un tema tabú.
Y
es aquí donde reside, en palabras de la escritora brasileña Sylvia Jane
Crivella, uno de los principales problemas de su oscurantismo.
El
desconocimiento que varias mujeres tienen sobre la menopausia, llevó a esta
escritora de 56 años a contar su propia experiencia del tema y la de sus amigas
en el libro titulado Tiempo de Pausa.
En
dicha publicación, la autora cuenta que cada mujer es un micro universo
diferente, puesto que no todas tienen los mismos síntomas, de ahí que lo que funciona
para una puede no funcionar para otra.
El
ginecólogo y obstetra Jesús Percy Bonilla Yaranga revela que esa diferencia se
debe a que cada mujer es un historial genético diferente, por eso, dice, es
necesario que ellas busquen el apoyo de un médico de confianza para sobrellevar
esta etapa natural de la vida, que en la mayoría de los casos la van afrontar
solas.
Según
Bonilla, gran parte de lo que se afirma de la menopausia no es verdad. “Por
ejemplo, se habla que todas las mujeres cuando llegan a esta etapa se vuelven
irritables, que sufren de angustia y bochorno [por la disminución de la
producción del estrógeno], cuando ello no es cierto porque muchas tendrán la
capacidad de elegir otras opciones para tratar con la menopausia”, sostiene.
Una
de esas opciones, agrega, es el cambio de hábito de vida, que significa dejar
de fumar y beber alcohol para consumir más antioxidante (frutas, ensalada,
menestras), soya no transgénica, más agua, y hacer ejercicios para sentirse
sana y con vitalidad.
Apoyo familiar
Sobrellevar
esta etapa de la vida no es fácil, pues no todas tienen la seguridad emocional
para superar esta fase, de ahí que el apoyo de la pareja sea importante.
Por
eso la escritora Sylvia Crivella considera en su libro que el hombre debe
conocer los síntomas de la menopausia, para así poder ayudar psicológica y
emocionalmente a su esposa o conviviente.
“Se
ha visto que muchas mujeres se deprimen no tanto por la menopausia en sí, sino
por la indiferencia de sus parejas que en vez de comprenderlas las acusan de
una serie de cosas, la mayoría de ellas infundadas”, dice la escritora.
(Redacción)
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