La violencia sexual contra menores viene aumentando en el país. Solo en
enero de este año, ya fueron ultrajadas más de 300, principalmente por un
familiar. Entre las causas, el autoritarismo y la falta de información.
Nuvia de nueve años de edad, tuvo un bebé, tras ser
violada durante 5 meses por sus 2 primos hermanos. En su comunidad de Cachato,
en Huánuco, hay 220 niñas en la misma situación.
Al igual que esta menor, en el Perú miles de niñas y
adolescentes son violadas sexualmente. Lo más preocupante, es que cada año la
cifra va aumentando.
Mientras en el 2013, se reportaron 3.862 violaciones a
niñas y adolescentes menores de 17 años, en el 2014 esta cifra se elevó a
3.982. Solo en enero de este año, ya fueron
ultrajadas 303 menores.
Como si esto ya no fuera poco, el último estudio del
Ministerio de la Mujer titulado: Abuso Sexual, estadísticas para la reflexión y
pautas para la prevención arrojó que 34% de las menores de edad que fueron
violadas resultaron embarazadas.
No solo las niñas sufren de esta realidad, también los
niños. El año pasado, 325 fueron violados sexualmente.
De acuerdo con la Convención de los Derechos del Niño,
la Constitución Política y el Código de los Niños, Niñas y Adolescentes, el
Estado, la sociedad y las personas responsables están en la obligación de velar
por el cuidado de los menores de edad, en áreas como salud, educación,
alimentación, seguridad, etc. Sin embargo, debido a diversos motivos, muchos de
estos derechos, como la sexual, no se cumplen a cabalidad.
Según el investigador Jaris Mujica, los menores no
solo están expuestos a las violaciones sexuales, también a otras modalidades como
los tocamientos indebidos, los frotamientos, el espiar al menor cuando se
viste, que para muchos no es tan condenable, cuando sí lo es.
Muchas de estas violaciones a los menores se cometen
dentro del hogar y por parte de quienes están en la obligación de protegerles.
No por al algo, agrega, 70% de los victimarios fueron su padrastro, tío,
hermano o primo.
¿Por qué sucede el abuso sexual? Carmen Mendoza,
decana del Colegio Profesional de Psicólogos de Huánuco, señala que obedece a
una serie de aspectos que interaccionan entre sí. Así tenemos, dice, las malas
experiencias sexuales que han tenido los agresores durante su infancia, la
falta de desarrollo de mecanismos de autocontrol de los impulsos, la necesidad
de sentir que tienen el control afectivo sobre otros. A lo cual, se suma, el
hacinamiento en la que vive la menor, la presencia de padrastros, madres y
padres autoritarios, etc.
Dependiendo la gravedad y el tiempo del abuso sexual,
Mendoza refiere que la menor sentirá sentimientos de tristeza, desamparo,
irritabilidad, rebeldía, vergüenza, culpa y ansiedad, que en el peor de los
casos la pueden llevar al suicidio.
¿Cómo evitamos?
La decana manifiesta que debemos enseñar a nuestros
niños aprender a decir lo que piensan y como se sienten de manera clara y oportuna,
para lo cual, dice, debemos darle confianza eliminando todo patrón de
autoritarismo. Asimismo respetar las opiniones
de los chicos y saber escucharlos. (Redacción)
NOTA
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática
(INEI), en el país existen 11 millones 586 mil 309 niños, niñas y adolescentes
menores de 19 años, de los cuales más de la mitad viven en las ciudades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario