Cada año las playas de Lima vienen dejando de ser los lugares donde se
disfrutaba del mar, el sol y la arena, para convertirse en espacios donde el
alcohol y las drogas imperan sin control alguno.
Según la última encuesta “Flash Playas 2016,
preparado por Cedro, en los balnearios de Lima debido a la falta de control y
fiscalización de las autoridades de la policía y las municipalidades a los
veraneantes cada vez les resulta más fácil conseguir algún tipo de drogas, ya
sean legales o ilegales.
Para doctor Alfonso Zavaleta, de Cedro, esta
realidad es muy preocupante, ya que en el caso de las drogas sintéticas los
jóvenes que la consumen arriesgan sus vidas al desconocer las dosis de cada una
de esas drogas, que al ser ilegales, generalmente concentran altos porcentajes
de sustancias tóxicas.
Entre las drogas sintéticas que los veraneantes
mencionaron están los anabólicos, el ‘chocolate’ (variedad de marihuana), el ‘cocodrilo’,
el peyote, el pooper, la 2CB o “cocaína rosa” y la 25 NBOME o “pandora”.
De acuerdo con el doctor Zavaleta, las drogas
sintéticas más peligrosas son el 25 NBOME, el ‘cocodrilo’ y el ‘chocolate’.
El 25 NBOME perteneciente a la familia de la
feniletamina es más potente que el éxtasis y el LSD. Sus efectos duran hasta 12
horas y produce euforia, alucinaciones, intranquilidad, dilatación de la pupila
y aumento de la frecuencia cardiaca y arterial.
En cuanto al ‘cocodrilo, esta droga es un opioide que
recibe dicho nombre porque con el tiempo destruye la vena y el musculo del
brazo del adicto, “una herida parecida al que el cocodrilo te hace al morder”,
sostiene Zavaleta.
Por su parte el ‘chocolate, recibe esta
denominación de una de las marihuanas nuevas, que a diferencia de las que se fumaban
en los 60 y 70, contiene una alta dosis de THC (tetrahidrocannabinol), razón por el
cual es muy adictiva y genera problemas psiquiátricos, incluso desde la primera
vez que se fuma.
Según el doctor Alfonso Zavaleta, las marihuanas
nuevas al ser más adictivas y tóxicas han provocado que muchas personas
terminen en hospital intoxicados, algo que antes era muy raro.
El alcohol
Un dato relevante del estudio de Cedro, es la
percepción que tienen los veraneantes sobre las drogas más peligrosas. En el
caso del alcohol, solo el 3,3% de las 1.200 personas (600 varones y 600
mujeres) que fueron entrevistadas la primera semana de enero en 28 playas de la
capital lo considera peligroso. Esta realidad ha originado que cada año más
personas estén conduciendo desde o hacia las playas bajo los efectos del
alcohol. Lo mismo acontece con la marihuana u otra droga ilegal.
A diferencia de las drogas sintéticas donde no
existe un control y una fiscalización eficiente, en el caso del alcohol muchas
municipalidades han restringido su venta. Sin embargo, para los jóvenes esta
medida no ha significado un problema.
Según Milton Rojas, coordinador del Lugar de
Escucha de Cedro, ahora ellos están llevando el alcohol desde Lima, sacándole
la vuelta a la ordenanza municipal.
Otro dato revelador de la encuesta, es que hoy los
jóvenes con el fin de continuar bebiendo vienen mezclando el alcohol con el
energizante.
Dicha mezcla, resalta Rojas, ha hecho que tengamos
cada vez más borrachos con los ojos abiertos para continuar bebiendo.
Esta realidad, explicaría las razones del porqué los
índices de accidentes de tránsito en las carreteras por conducir bajo los
efectos del alcohol aún son altos.
Acoso sexual
Además de los accidentes de tránsito, otros
peligros a los que están expuestos los veraneantes son los robos, peleas y el
acoso sexual.
En el caso del acoso sexual, el acosador usa el
alcohol como puente para llegar a la víctima, no para entablar una amistad sino
para dar riendas a sus bajos instintos.
De acuerdo con Rojas, el acosador normalmente tiene
problemas de personalidad (inseguridad, inestabilidad) y de salud mental, por
tanto, es una persona proclive a cometer actos delictivos, ya sea con alcohol o
sin ella.
Estadísticas de la Policía Nacional señalan que
durante el verano, el número de denuncias por acoso sexual, robo y violencia
(peleas) aumenta en 35% con relación al resto del año.
Con el fin de revertir el acoso sexual, tanto en las
playas como en la ciudad, en marzo del año pasado el Gobierno publicó la ley
que sanciona con penas de entre 3 hasta 12 años de cárcel a la persona que
acosa sexualmente a una mujer.
Si bien el estudio de Cedro no entró en detalles
sobre el tipo de acoso sexual en las playas, Milton Rojas sostiene que se ha
percibido que estas se circunscriben a molestar, uso de palabras inadecuadas,
y, en algunos casos, a tocamientos indebidos.
Familia y Estado
El que las playas estén dejando de ser espacios de
recreación para convertirse en lugares donde el alcohol y las drogas impera
refleja que algo no está marchando bien, no solo dentro del seno de las
autoridades sino también en el interior de las familias.
Para el doctor Alfonso Zavaleta, urge trabajar en
tres aspectos: El primero, es que las familias estén más informados sobre estos
problemas para que puedan protegerse mejor. Lo segundo, que las municipalidades
y los colegios tengan programas que motiven a los jóvenes a dedicarse al
deporte o a alguna actividad cultural. Finalmente, el Estado debe participar para alejar de las
drogas a los chicos, y eso habla de interdicción de la policía, inteligencia,
productos alternativos, etc.
“Este
problema no lo va resolver sola una institución, aquí tienen que participar
varias, de lo contrario la guerra contra el consumo de las drogas y el alcohol
en los jóvenes la vamos a perder”, enfatiza Zavaleta.
Milton
Rojas sostiene que la primera tarea para cambiar esta realidad debe comenzar en
casa, donde los padres deben inculcar valores, como el respeto, la honestidad,
el perdón, la responsabilidad, etc.
Dice
que los padres deben enseñar con el ejemplo, como es el caso de no dirigir un
carro en estado de ebriedad. (Redacción)
PERFIL DEL VERANEANTE
- Varón o mujer de entre 15 y 35 años que acude
sobre todo los fines de semana.
- El 51,2% de los jóvenes gasta hasta 50 soles por
día para comprar alcohol.
- Los veraneantes van principalmente para tomar sol
(68,5%), dormir y descansar (29,5%), comer (23,4%), jugar (21,8%) y beber
alcohol (14,9%)
- El 8,8 de los concurrentes ha consumido alguna
vez alcohol en la playa conjuntamente con alguna droga.
- 5 de cada 10 de los veraneantes conoce a alguna persona
que ha tenido accidentes de tránsito bajo los efectos del alcohol.
DROGAS SINTÉTICAS
Anabólicos. No lo toman en
la playa. Lo hacen meses antes en los gimnasios para disminuir el apetito y
controlar el peso, el problema es que los anabólicos generan adicción.
Peyote. Es el extracto de
una planta que se ve más en el norte de Lima. Es poco frecuente. Se da más en
las universidades.
Popper. Se vende y se usa
en las fiestas de ambiente. Es una sustancia liquida que se coloca debajo de la
nariz y es usada por el gay que hace de varón para lograr erección y así tener sexo.
Ahora se está presentando en las discotecas playeras.
SABÍA
Cedro realizó la Encuesta Flash 2016 para conocer el
comportamiento y opinión de los jóvenes sobre el consumo de drogas en las
playas de Lima.
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