Si usted está pensando adquirir un auto, la casa propia, financiar una maestría y hasta un viaje, saber controlar sus impulsos de gastos es un buen comienzo.
Augusto
Miró Quesada, gerente de Captación, Seguro y Remesas de Interbank, sostiene que
la clave está en encontrar maneras fáciles que se adapten a nuestros niveles de
gastos y den resultados.
En
ese sentido, el ejecutivo del banco brinda las siguientes recomendaciones para
llevar a cabo un exitoso plan de ahorro:
1. Establezca una
meta.- Antes
de empezar a ahorrar, es necesario definir exactamente lo que se quiere lograr:
la cuota inicial de un auto o departamento, vacaciones familiares, un posgrado,
etc. Sepa cuánto cuesta y defina qué tiempo necesitará para ahorrar el monto
requerido.
No utilice el dinero ahorrado para otros fines.
2. Defina la cuota
de ahorro.- Al recibir sus ingresos quincenales, semanales o
mensuales, separe el dinero para los gastos fijos de vivienda, alimentación,
salud, transporte, entre otros. Con el dinero restante, destine una parte para
el ahorro. Es importante establecer un presupuesto y tener en claro cuáles son
las prioridades de gasto.
3. Evite las
compras por impulso.- No utilice el
dinero ahorrado para otros fines. Dese un tiempo para reflexionar qué tan
necesaria es una compra determinada. Lo ideal es que los ahorros crezcan.
4. Elija la cuenta
de depósito que se adapte mejor a sus necesidades.- Actualmente, el
sistema financiero nacional ofrece opciones para depositar los ahorros. Si
quiere ahorrar por varios meses, considere como opción una cuenta a plazo fijo
o fondos mutuos. Si hay probabilidad de que realice retiros, le conviene una cuenta
de ahorros que le brinde libre disponibilidad.
5. Ahorre en una
cuenta diferente a la que utiliza para sus consumos diarios.- De esta forma, tendrá un mejor control de gastos y
menos posibilidades de caer en la tentación de comprar por impulso.
La
Encuesta Nacional de Hogares (Endes) 2014 reveló que el 64% de las mujeres
encuestadas es quien decide el uso del dinero que gana por su trabajo, siendo
las de 45 a 49 años las que mayormente toman esa decisión. (C.M.)
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