Enfermedad
rara que no tiene cura y que afecta a uno de cada 100 millones de nacidos.
El 18 de enero último, la colombiana Magaly González cumplió 16
años. Su onomástico no tendría nada de especial, si es que no fuera porque esta
jovencita parece una mujer de 91 años.
Según la prensa de ese país, toda una hazaña para quienes
padecen de vejez prematura, una enfermedad rara conocida también como progeria,
cuyo promedio de vida oscila entre los 14 y 15 años.
La noticia de esta colombiana, nos hizo recordar la historia
de Aracely Díaz y la de Mariella Tapia, los dos únicos casos de vejez prematura
registrados en el país.
El primer caso de progeria conocido en el Perú, se conoció el
21 de marzo del 2010. Esa noche una acongojada Elvia Rojas, frente a la cámara
de televisión, relató que su hija Aracely de 8 años sufría de una enfermedad
que la hacía ver como una persona de 80 años.
Agregó que por tener el cuerpo de una anciana, había sufrido de
infarto, y que en la actualidad sufría de artritis, osteoporosis, cataratas, y que
el año pasado perdió la vista de uno de sus ojos, aunque su capacidad mental era
normal.
Elvia narró que su hija nació normal y que solo a partir de
los dos años comenzó a verse diferente.
“La llevamos al hospital de Cajamarca,
pero lo doctores no supieron dar con el diagnóstico. Fue recién en Lima, a
donde la trasladamos al ver que su aspecto empeoraba, cuando los médicos dieron
con la enfermedad. Sufría de vejez prematura”.
Al igual que Aracely, Mariella Tapia también vino al mundo en
perfecto estado de salud. Fue recién al tercer mes que empezó a presentar
síntomas, pues vomitaba la leche materna y no ganaba peso, contó a la prensa,
en julio del 2010, Kathy de la Cruz, madre de Mariella.
Luego de recorrer varios hospitales en busca de la causa de
la enfermedad de su hija, la respuesta la encontró meses después. Su querida Mariella
sufría de progeria.
La vejez prematura o progeria se caracteriza por una
aceleración en el proceso natural de envejecimiento, se presenta entre el
primer y segundo año de vida.
Los pacientes con esta enfermedad envejecen entre 8 a 10 años
por cada año de vida, por lo que su esperanza de vivir no supera los 30 años.
En el mundo solo hay unos 500 casos de este mal, que afecta a
1 de cada 8 millones de nacidos.
Causas
y síntomas
Según la doctora Eva Klein, genetista del Instituto de
Medicina Geriátrica, la progeria se debe a la mutación de un gen llamado
laminina que está localizado en el cromosoma uno. Esta mutación hace que el
reloj biológico falle, originando el envejecimiento precoz.
“La progeria no tiene cura, la medicina solo puede mejorar la
calidad de vida de los pacientes con corticoides”, afirma la especialista.
Además del envejecimiento, las personas con progeria sufren
de enanismo, pérdida de grasa corporal y caída de cabello, dislocación de la
cadera. Asimismo enfermedades cardiovasculares y accidente cerebrovascular
isquémico. (Redacción)
SABÍA
La progeria o síndrome de Hutchinson-Gilford fue descrita por
primera vez en 1886. El nombre progeria fue acuñado por Gilford en 1904.
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