Enfermedad que te
lleva a perder peso y, en casos extremos, hasta la vida.
Cuando Rosa Quispe escuchó a su hija Yesenia (11
años) quejarse de que no le gustaba su cuerpo, pensó en una pataleta propia de
su edad. Que pronto se le pasaría. Sin embargo, dos meses después empezó a
preocuparse al ver que cada vez comía menos.
Alarmada por la salud de su hija la llevó al
hospital, donde le diagnosticaron anorexia y, como consecuencia de esa
enfermedad, también anemia.
En el Perú, al igual que Yesenia, 1 de cada
10 jóvenes, de entre 11 a 19 años, sufre de anorexia. Y 6 de cada 10, tiene alto
riesgo de sufrir problemas alimentarios, según el último Estudio Epidemiológico
de Lima Metropolitana y Callao publicado por el instituto Noguchi en el 2013.
Muchas personas creen que la anorexia es solo
un problema de alimentación. Pero lo que no saben, es que esta enfermedad es también
un trastorno mental.
De acuerdo con la doctora Nelly Canción,
gerente de Casa Vida Mujer, existen dos tipos de anorexia.
La anorexia
restrictiva, donde se restringe al máximo las grasas, los carbohidratos y las
proteínas. Y la anorexia purgativa, donde el individuo se mete un atracón para
luego regresarlo.
Ana Cecilia Pachas recuerda que a los 14 años,
producto de la pérdida de las comodidades a las que estaba acostumbrada, empezó
a esconder la comida y a alimentarse muy poco.
“En el desayuno bebía solo un vaso de yogurt
o jugo; en el almuerzo, apenas comía una presa; y, en la cena, una manzana”, describe.
El doctor Oscar Miranda, gerente de
Nutricionistas en Acción, advierte que lo más peligroso de la anorexia es que
la persona se expone a la anemia, a problemas de respiración, de TBC, etc., que
de no ser tratados pronto pueden causar la muerte.
Causas
Según la doctora Canción, la anorexia se debe
a dos causas. Una está relacionada con la moda, que exige a las mujeres tener
un cuerpo delgado, con curvas, etc. Y la otra, a un trauma en la infancia.
“El 70% de los pacientes que he tratado revelaron
que sus trastornos alimentarios se deben a que sufrieron abuso sexual, violencia
física y/o psicológica”, comenta.
Tratamiento
Milton Rojas, psicólogo de Cedro, sostiene
que para corregir la malnutrición y los conflictos psíquicos,
que llevaron al paciente a la anorexia, se requieren de un psicólogo,
psiquiatra y nutricionista.
En el tratamiento, agrega, la familia también
debe participar para que el anoréxico recupere la confianza perdida.
En la historia de Ana Cecilia, su mamá fue
fundamental en su recuperación, ya que gracias a ella conoció a la Comunidad
Cristiana del Espíritu Santo, donde luego de aprender a usar su fe y ponerla en
práctica, se curó.
(Redacción)
SEÑALES DE RIESGO
- Mirarse mucho al espejo
- Quejarse de estar gorda
- No querer comer, o comer muy poco
- Revistas de moda
- Cambios de humor
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