En las últimas semanas el mundo tecnológico se ha maravillado ante el ascenso de las llamadas aplicaciones de mensajería instantánea.
Snapchat, Whatsapp, Viber y otras están acaparando los titulares y siendo calificadas como las nuevas emperatrices de Internet.
Pero esta fiebre por la mensajería instantánea en la red no es nueva. Cuando Internet se volvió popular en la década de los noventa lo hizo, entre otras cosas, de la mano del mensajero instantáneo de AOL (America On Line). La gente quedaba fascinada ante la posibilidad de tener una conversación privada en tiempo real.
Con el tiempo aparecieron otras similares con relativo éxito, pero ninguno de ellos logró acaparar la atención. ICQ (I Seek You o Te busco) se volvió ampliamente popular porque contaba con una serie de características que sus rivales no tenían como envío de archivos, mensajes fuera de línea y un directorio en el que se podían buscar a otros usuarios.
Pero la parte más importante de su éxito se derivó del hecho de que era el primer sistema de mensajes instantáneos abierto que no dependía de que sus usuarios contaran con una suscripción a Internet con un proveedor específico como ocurría con AOL.
Dicho entusiasmo, entonces, no es nuevo. Lo que ocurre es que la explosión de la telefonía inteligente ha hecho que su uso se disemine aún más.
Los mensajes de texto o SMS si bien cumplen una función similar, están limitados a personas dentro de un mismo país a menos que se quiera pagar más, y a un limitado número de mensajes (en ambos casos, a menos que se quiera pagar más).
Por ello Whatsapp con sus 350 millones de usuarios activos al mes, WeChat con sus 270 millones de usuarios activos al mes y Snapchat (con números desconocidos) están llamando la atención y capturando nuevas generaciones de usuarios.
La empresa de análisis de mercado Ovium, asegura que el número de mensajes en estas aplicaciones pasará de 27,5 billones en 2013 a 71,5 billones a finales del 2014, un incremento de 250%.
Por ello no es de extrañar que se rumoree que gigantes como Google y Facebook estén tratando de comprar Whatsapp o Snapchat y que estas empresas los hayan rechazado.
Su gran reto ahora es monetizar el entusiasmo.
¿Cómo ganar dinero a través de la mensajería instantánea? Algunos servicios están optando por el modelo de suscripción en el que pagas una cantidad de dinero al año por acceder al servicio. Otros van por la publicidad.
Y todos saben que para ganar dinero primero necesitan conquistar una gran cantidad de usuarios, lo que parece estar en la mira. (Redacción)
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