viernes, 6 de diciembre de 2013

Para que la historia no se repita

Hace 12 años un incendio en Mesa Redonda provocó, en víspera de Navidad, que murieran más de 200 personas. A pesar de esa tragedia, varias calles y centros comerciales del país continúan abarrotados de gente. Sepa qué medidas tomar para prevenir desastres parecidos.

Todos los años somos testigos de la gran cantidad de personas que concurren a los principales puntos de comercio en la capital para las tradicionales compras navideñas. Pero esta es una bomba de tiempo, puesto que los centros y tiendas terminan tan repletos que si ocurriese alguna emergencia impediría la correcta evacuación y por consiguiente, dejaría un alto índice de víctimas.
El nefasto antecedente del incendio en Mesa Redonda, a causa de la detonación de 900 toneladas de pirotécnicos en diciembre de 2001, que dejó un saldo de 277 muertos, 247 heridos y 180 desaparecidos, parece no haber sido suficiente para corregir esa tendencia  de sobrepoblar los centros comerciales y el anteponer el negocio a la propia seguridad, entonces nos preguntamos, ¿qué hacer para corregir esta mala costumbre y evitar futuras tragedias?
El presidente de la Asociación Pro Seguridad Ciudadana (Aprosec), César Ortiz Anderson, indica que la gente no tiene cultura preventiva porque con tal de conseguir lo que busca, más si se trata de compras u ofertas, no les importa correr riesgos. “Existe una responsabilidad compartida, tanto de los compradores que avalan la informalidad y el tumulto, como la pasividad de las autoridades que no fiscalizan ni inspeccionan a los comerciantes,” señala.
Además afirma que una concientización tiene que ser enseñada y educada, y si esto no da resultados se debería sancionar severamente, tal cual sucedió con el uso del cinturón de seguridad. 
Recomendaciones
Para estas fiestas navideñas el Centro Comercial de Gamarra recibirá unas 500 mil personas diarias cuando lo normal son 100 mil, mientras que en los demás polos comerciales se espera que la cantidad de visitantes se duplique, y como es obvio, produce aglomeración de gente que aumenta la posibilidad de una tragedia. ¿Cómo evitarlas y qué otras recomendaciones seguir?
Según el presidente de Aprosec, lo primordial es identificar los puntos de evacuación y no adentrarse a sitios estrechos y con mucho tumulto. Las compras no deben realizarse en un solo día, sino dividirlas en cuatro fechas, de esa manera habrá una mejor distribución del tiempo y orden de productos. Asimismo evitar acudir con niños y ancianos porque así uno se vuelve vulnerable ante el ataque de un delincuente. 
Aconseja también tener cuidado y cautela con el dinero, preferible retirarlo antes de salir de casa y no en cajeros cercanos al punto de compra, y más si es cerca al centro de Lima. Y para evitar estafas, porque muchos denuncian que sus paquetes están llenos de teknopor o papeles, se tiene que revisar que el producto esté dentro del empaque. Finalmente, al tomar un taxi, dice, no hacerlo solo y no estar con exceso de paquetes para no ser abordado por un asaltante, por eso es primordial no realizar las compras de un solo golpe.
Las apariencias engañan
Navidad también es sinónimo de juguetes, por eso también debemos estar prevenidos ya que no todos son tan sanos e inofensivos como parecen. Es por eso que la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) en el marco de la campaña “Juguetes Saludables Navidad 2013” decomisó cerca de 20 mil pelotas y 30 mil juguetes de plástico dañinos para los niños. El biólogo Elmer Quichiz Romero, de Digesa, advierte que dichos productos contienen químicos y metales pesados perjudiciales para la salud. “Dentro de las sustancias químicas están el plomo, cromo, cadmio, mercurio, que se emplean para pintar los juguetes, y estos se acumulan en los órganos y pueden generar una intoxicación, y hasta producir cáncer más adelante”, precisa.
Además señala algunas características que nos permitirán reconocerlos fácilmente, por ejemplo, al frotarlos, sus colores se despintan y manchan las manos, estos productos se venden en ambulantes, principalmente en el centro de Lima, y no en tiendas formales. Sus precios son malbaratados, desde diez soles, hasta un sol la docena, si se trata de juguetes pequeños y eso debe crear desconfianza y no atracción a comprarlos. 
Para los padres, Quichiz recomienda no dejarse engañar por el precio ni los colores brillantes y que una forma de comprobar su procedencia es buscar las siguientes etiquetas: Registro Nacional y Autorización Sanitaria, lo que va a garantizar que el producto pasó por un control de calidad y, también, adquirir una boleta o factura para cualquier reclamo. 
Está advertido, ya sabe qué recomendaciones seguir para pasar unas felices fiestas. (Javier Peña)

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