A
un mes de las elecciones municipales, ninguno de los candidatos al sillón de Nicolás de Ribera, ‘El Viejo’, ha dicho qué
planes tienen para hacer de Lima una ciudad más homogénea, sobre todo ahora que
se muestra bien segmentada socialmente. Es decir, si uno se pasea por la
capital, puede fácilmente pasar de una ciudad norteamericana a una africana y
tener la impresión que los separa un océano de oportunidades, sin haberse
desplazado ni siquiera 10 kilómetros.
Imponentes
construcciones en San Isidro, Miraflores, La Molina contrastan con casas
humildes en Los Olivos, Comas, Villa María del Triunfo, las cuales fueron
construidas en su mayoría de manera artesanal, es decir sin el asesoramiento de
un ingeniero o arquitecto.
Si
bien Lima desde su fundación tuvo marcadas diferencias sociales, por qué estas
ahora se han agudizado. No era que el “chorreo” económico iba a contribuir a
que la ciudad sea más homogénea socialmente.
Para
Efraín Gonzales de Olarte, economista y profesor universitario, la falta de
“chorreo” ha hecho que la pobreza no retroceda proporcionalmente, lo que ha
generado tendencias migratorias negativas. Otra consecuencia de este mismo
problema, dice, ha sido el crecimiento territorial de Lima urbana, que se ha
fundado sobre la urbanización espontánea o informal (invasiones) ganándoles
terrenos al desierto, antes que sobre una urbanización formal (por el mercado).
Carlos
Herrera Descalzi, decano del Colegio de Ingeniero, sostiene que esta situación
se debe porque el boom no llegó igual para todos. “Mientras para los estratos
altos ese boom se tradujo en “chorreo”, para los sectores medios llegó en
“goteo”, y para los menos afortunados, o sea la mayoría, en “sequia”. Esta situación
hizo que Lima continuara forjándose a
través de invasiones desordenadas”, sentencia el ingeniero Herrera.
Lima
no solo es el centro de la economía nacional, sino que además en un centro
fuerte y poco articulado con su periferia, más aún después de las reformas
neoliberales. La aglomeración económica, de oferta y de demanda, generan un
centro económico cuya capacidad de atracción de inversiones y personas es muy
grande, por lo que tiende a crecer con mayor velocidad que el resto de regiones
del Perú y esto ha generado un problema de divergencia económica, es decir que
la brecha medida por el PBI per cápita entre Lima y el resto de departamentos
sea mayor cuando la economía nacional crece y se reduzca cuando esta entra en crisis.
Para Gonzales de Olarte, la divergencia es el resultado de la debilidad de los mercados de bienes y factores, de una falta de especialización productiva de las regiones y de la debilidad del Estado para compensar estos desbalances. En consecuencia, Lima es un centro que no “jala” al resto de economías regionales.
Para Gonzales de Olarte, la divergencia es el resultado de la debilidad de los mercados de bienes y factores, de una falta de especialización productiva de las regiones y de la debilidad del Estado para compensar estos desbalances. En consecuencia, Lima es un centro que no “jala” al resto de economías regionales.
Necesita
intervenciones
Con
la puesta en marcha del Metropolitano y el Tren, Lima ha comenzado a
democratizarse. Sin embargo, como dice el urbanista Jorge Ruiz de Somocurcio
esto no es suficiente, se precisan de intervenciones que contribuyan a
recomponer su estructura, haciéndola más equitativa, con una política de suelo
no solo guiada por el mercado sino también por el uso social y el bien común,
que permita la gestión de significativos espacios públicos para una metrópoli
con el menor índice de áreas verdes en América Latina.
“Lima
sur tiene a las puertas la base aérea Las Palmas, con sus 300 hectáreas,
susceptible de reubicarse y transformarse en áreas verdes de paisaje y
recreación para más de 3 millones de habitantes. Lima
centro tiene a la Costa Verde aún en el limbo, con casi 50 hectáreas, y el río
Rímac. Y Lima norte tiene el valle Chillón, donde la
municipalidad metropolitana debería intervenir por lo menos 100 hectáreas para
recreación y cultura al pie del río, para casi 4 millones de habitantes, antes
de sembrar cemento. Así se construye un sistema metropolitano de grandes
parques de calidad que den dignidad a la recreación popular”, dice Ruiz
de Somocurcio. (Redacción)
SEPA
Para
el economista Efraín Gonzales, Lima cuenta con cuatro centros urbanos: el
centro-político (Lima cuadrada), el centro financiero (San Isidro y Miraflores),
varios centros comerciales (Jockey Plaza, San Miguel, Cono Norte) y el Callao
como el centro internacional. Estos centros son los que organizan las
actividades económicas y burocráticas de Lima.
Plan
de Desarrollo Urbano
Con
el objetivo de asegurar un crecimiento ordenado de Lima y Callao, la
Municipalidad Metropolitana viene elaborando un Plan de Desarrollo Urbano para
las dos ciudades.
Este
plan que irá hasta el 2035 cuenta con cinco ejes claves: transporte, medio
ambiente, competitividad, revitalización urbana y vivienda.
El
proyecto ya tiene quince propuestas para el futuro de la ciudad. Tal es el caso
de la construcción de una carretera periurbana, el traslado de fábricas y zonas
industriales al norte y sur de Lima; y la propuesta de un desarrollo más
vertical de la ciudad, entre otras.
El
reto de este plan es que trascienda las gestiones municipales, es decir, que
continúe en el tiempo al margen de quien sea el alcalde.
Para
que la ciudadanía conozca las propuestas, la haga suya, y exija su cumplimiento
a posteriores gestiones, la Municipalidad de Lima ha creado el portal http://plam2035.gob.pe/