miércoles, 27 de agosto de 2014

Lima, capital de desigualdades



Con casi 10 millones de habitantes, Lima es el reflejo de la distribución del ingreso y la riqueza. Como el boom económico no fue igual para todos, la capital se desarrolló de manera desigual.

A un mes de las elecciones municipales, ninguno de los candidatos al sillón  de Nicolás de Ribera, ‘El Viejo’, ha dicho qué planes tienen para hacer de Lima una ciudad más homogénea, sobre todo ahora que se muestra bien segmentada socialmente. Es decir, si uno se pasea por la capital, puede fácilmente pasar de una ciudad norteamericana a una africana y tener la impresión que los separa un océano de oportunidades, sin haberse desplazado ni siquiera 10 kilómetros.
Imponentes construcciones en San Isidro, Miraflores, La Molina contrastan con casas humildes en Los Olivos, Comas, Villa María del Triunfo, las cuales fueron construidas en su mayoría de manera artesanal, es decir sin el asesoramiento de un ingeniero o arquitecto.
Si bien Lima desde su fundación tuvo marcadas diferencias sociales, por qué estas ahora se han agudizado. No era que el “chorreo” económico iba a contribuir a que la ciudad sea más homogénea socialmente.
Para Efraín Gonzales de Olarte, economista y profesor universitario, la falta de “chorreo” ha hecho que la pobreza no retroceda proporcionalmente, lo que ha generado tendencias migratorias negativas. Otra consecuencia de este mismo problema, dice, ha sido el crecimiento territorial de Lima urbana, que se ha fundado sobre la urbanización espontánea o informal (invasiones) ganándoles terrenos al desierto, antes que sobre una urbanización formal (por el mercado).
Carlos Herrera Descalzi, decano del Colegio de Ingeniero, sostiene que esta situación se debe porque el boom no llegó igual para todos. “Mientras para los estratos altos ese boom se tradujo en “chorreo”, para los sectores medios llegó en “goteo”, y para los menos afortunados, o sea la mayoría, en “sequia”. Esta situación hizo que Lima continuara forjándose  a través de invasiones desordenadas”, sentencia el ingeniero Herrera.
Lima no solo es el centro de la economía nacional, sino que además en un centro fuerte y poco articulado con su periferia, más aún después de las reformas neoliberales. La aglomeración económica, de oferta y de demanda, generan un centro económico cuya capacidad de atracción de inversiones y personas es muy grande, por lo que tiende a crecer con mayor velocidad que el resto de regiones del Perú y esto ha generado un problema de divergencia económica, es decir que la brecha medida por el PBI per cápita entre Lima y el resto de departamentos sea mayor cuando la economía nacional crece y se reduzca cuando esta entra en crisis. 
Para Gonzales de Olarte, la divergencia es el resultado de la debilidad de los mercados de bienes y factores, de una falta de especialización productiva de las regiones y de la debilidad del Estado para compensar estos desbalances. En consecuencia, Lima es un centro que no “jala” al resto de economías regionales.
Necesita intervenciones
Con la puesta en marcha del Metropolitano y el Tren, Lima ha comenzado a democratizarse. Sin embargo, como dice el urbanista Jorge Ruiz de Somocurcio esto no es suficiente, se precisan de intervenciones que contribuyan a recomponer su estructura, haciéndola más equitativa, con una política de suelo no solo guiada por el mercado sino también por el uso social y el bien común, que permita la gestión de significativos espacios públicos para una metrópoli con el menor índice de áreas verdes en América Latina.
“Lima sur tiene a las puertas la base aérea Las Palmas, con sus 300 hectáreas, susceptible de reubicarse y transformarse en áreas verdes de paisaje y recreación para más de 3 millones de habitantes. Lima centro tiene a la Costa Verde aún en el limbo, con casi 50 hectáreas, y el río Rímac. Y Lima norte tiene el valle Chillón, donde la municipalidad metropolitana debería intervenir por lo menos 100 hectáreas para recreación y cultura al pie del río, para casi 4 millones de habitantes, antes de sembrar cemento. Así se construye un sistema metropolitano de grandes parques de calidad  que den dignidad a la recreación popular”, dice Ruiz de Somocurcio. (Redacción)

SEPA

Para el economista Efraín Gonzales, Lima cuenta con cuatro centros urbanos: el centro-político (Lima cuadrada), el centro financiero (San Isidro y Miraflores), varios centros comerciales (Jockey Plaza, San Miguel, Cono Norte) y el Callao como el centro internacional. Estos centros son los que organizan las actividades económicas y burocráticas de Lima. 

Plan de Desarrollo Urbano

Con el objetivo de asegurar un crecimiento ordenado de Lima y Callao, la Municipalidad Metropolitana viene elaborando un Plan de Desarrollo Urbano para las dos ciudades.
Este plan que irá hasta el 2035 cuenta con cinco ejes claves: transporte, medio ambiente, competitividad, revitalización urbana y vivienda.
El proyecto ya tiene quince propuestas para el futuro de la ciudad. Tal es el caso de la construcción de una carretera periurbana, el traslado de fábricas y zonas industriales al norte y sur de Lima; y la propuesta de un desarrollo más vertical de la ciudad, entre otras.
El reto de este plan es que trascienda las gestiones municipales, es decir, que continúe en el tiempo al margen de quien sea el alcalde.
Para que la ciudadanía conozca las propuestas, la haga suya, y exija su cumplimiento a posteriores gestiones, la Municipalidad de Lima ha creado el portal http://plam2035.gob.pe/


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