Por
sus  años de experiencia frente a estos tipos de casos, Manuel Saravia
afirma que hay señales a tomar en cuenta:
El
correo y el celular.- El hombre agresor
es un manipulador que consigue que la mujer le dé la clave del correo
electrónico. El hombre violento le dice que la ama y que muere de celos, porque
no quiere perderla o compartirla con nadie; y, la mujer enamorada, 
considera que esto es una muestra de amor y le  da la clave.
La
ropa.- El agresor también
es muy controlador. Le prohibirá usar faldas cortas o polos escotados, porque
la considera su “propiedad”, y que nadie más la puede mirar. La táctica más
usada es decir que lo hace porque no quiere que otros hombres  le
falten  el respeto.
El
maquillaje.- Los golpeadores le
piden a sus parejas que no se maquillen tanto porque en su mente creen que
buscan a otro.
Los
insultos, los forcejeos.- Después de su
etapa de conquista, ya en confianza, ante alguna diferencia, aparecerán los
insultos. Si la mujer los acepta, abrirá otro escalón en la cadena de
violencia: los forcejeos. Si ella los pasa por alto, vendrán 
inevitablemente los golpes.
Insulta
a sus anteriores parejas.-Estar alerta del
hombre que se expresa con insultos de su anterior pareja;  denota que no
tiene  el mayor respeto por la mujer que en algún momento fue parte de su
vida. También estar alerta si se expresa con desamor de sus padres.
Hijo
de padre  golpeador.- El hombre violento
es muchas veces hijo de un padre que le  pegaba a su madre. Aprendió que
golpear a una mujer es algo normal.
 

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