Julio Gamero Requena, profesor
del departamento de Ciencias de la Gestión de la PUCP, analiza el actual esquema de regulación laboral de
Perú.
- En la década de los 90 se
adoptó una reforma de
flexibilidad laboral que precarizó las condiciones de trabajo. ¿Desde
entonces por qué senda ha caminado el Perú en materia laboral? ¿Cuáles son las
consecuencias que se arrastran hasta el día de hoy?
- Si hacemos una
línea de tiempo encontraremos que en el 2000, se aprueba la Ley del Régimen
Laboral Agrario; en el 2003, la Ley de Promoción y Formalización de las Micro y
Pequeñas Empresas que incorpora un régimen laboral especial con menos costos
laborales que el régimen general. Para el sector privado uno no encuentra que
haya habido cambios, se mantiene igual.
-
En esos años se decía que la reforma podría
generar más empleo. Sin embargo, las cifras nos dicen que hoy 7 de cada 10
trabajadores son informales. ¿Por qué se sigue creyendo en estos supuestos?
-
Hay dos perspectivas que se pueden desprender. Primero, hay una mirada
unidimensional que parte de que no se crean empleos, porque crear empleos formales
es caro. Una segunda cuestión es que poco más de la mitad de todo el empleo
informal, está localizado no en el sector asalariado, sino en el sector del
trabajador independiente no calificado que, por definición, es no asalariado.
Entonces, ahí no vemos el tema de más o menos costos salariales porque hay
autoempleo; ahí más bien el tema es qué cambios en materia productiva se
incentivan para que esos independientes se puedan incorporar como asalariados
de manera más rápida.
- ¿Entonces precisamos
una reforma que abarque todos estos aspectos?
- Correcto. Hay trabajadores que están en
la microempresa, hay trabajadores independientes no calificados y están las
trabajadoras del hogar. Entonces, son tres colectivos muy distintos. La receta
única no da resultado, más bien eso genera menos incentivos a la formalización.
- ¿Cuáles son las consecuencias para un país que mantiene una tasa de
informalidad elevada?
- Hay varios. Por ejemplo tener un
porcentaje elevado de informalidad en el empleo resta posibilidades de ganar
más productividad. Está comprobado que si no se cuenta con trabajadores que
tengan relaciones laborales no de plazo fijo, ni temporales, sino de
contrataciones de largo plazo no habrá ganancias en productividad.
Otro
aspecto, es el tema de la seguridad. Tener mayor informalidad laboral restringe
las oportunidades, los procesos y las políticas de poder disminuir la
desigualdad.
Otro
punto, es que la pobreza y la informalidad están asociadas.
- En el Perú, el trabajador asume el total del aporte a
pensiones y está sujeto a tasas de retenciones mayores que en otros países. ¿Qué consecuencias acarrea para los trabajadores
estos costos?
-
Cuando se indica que la apuesta debe ser reducir la informalidad laboral, lo
que debe generarse son los incentivos en el tema tributario, por ejemplo, para
que el beneficio-costo para ser formal sea más alto, esta no debe estar en el
borde de las fronteras con los ingresos de la informalidad.
- ¿Dónde queda el
empleo decente?
-
El Perú es uno de los países de la región que no cuenta con un Plan Nacional de
Trabajo decente. Hace unos años, se avanzó en términos de identificar algunos
indicadores para incorporar la medición del trabajo decente pero eso quedó ahí.
(Marilyn Céspedes y Nylva Hiruelas)
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