jueves, 27 de enero de 2011

¿Por qué se pelean las parejas más en verano?

El verano es una fecha esperada por muchos, ya que es sinónimo de playa, paseos por el parque. Sin embargo, para algunas parejas no todo es color de rosa y sin quererlo, pueden empezar los conflictos

Durante las vacaciones las parejas pasan más tiempo juntas porque tienen más libertad de acción. Dejan de ir al trabajo y tienen la oportunidad de hacer lo que quieran, pero a veces, tanto relajo puede llegar a ser conflictivo si es que no se saben llevar bien.
El psicólogo Jorge Rosende, da algunas de las razones por las cuales las parejas pueden pelear más durante esta época del año. “Un conflicto típico son las relaciones que se ven mucho todo el año, y que cada momento libre lo ocupan estando con su pareja, por lo que se asume que en el verano, los planes serán los mismos para ambos. Si uno de los dos decide hacer otra cosa, pueden empezar los problemas”, explica.
Viajar con amigos o hacer planes con otras personas que excluyan a la pareja, pueden ocasionar el disgusto de una de las partes, lo que a su vez se transforma en inseguridad. “La pareja empieza a cuestionarse el hecho de que el otro quiera hacer otras cosas en vez de estar juntos. Comienzan a surgir pensamientos errados y poco maduros, entonces ante esa reacción, tienden a controlar más y llamar a cada rato para saber dónde están”, cuenta el especialista.
Llamar por teléfono y querer controlar a la pareja, pude ser agobiante y muy perturbador, sobre todo en una época del año donde las limitaciones son pocas y sólo se piensa en descansar y relajarse.
Por otro lado, las parejas que pasan mucho tiempo juntas y que no tienen espacios para compartir con otras personas, comienzan a aburrirse, caen en la rutina. “Como se deja de ir al trabajo o hacer otras cosas, se tienen menos temas de conversación y no se extraña a la pareja, lo cual también es muy importante, porque eso los mantiene juntos y con ganas de verse”, explica Rosende.
Los conflictos
Un aspecto importante es la comunicación y poder contar cómo nos sentimos y qué pensamos respecto de los actos del otro. Muchas veces, cuando las parejas están enojadas o resentidas, uno de los dos le pregunta al otro cómo se siente o si está enojada, ante lo que la otra persona responde “no me pasa nada”, pero es evidente que pasa algo. Lo anterior es muy negativo porque se guardan los resentimientos y no se expresan las sensaciones. El psicólogo afirma que lo mejor es conversar todo, crear consensos y llegar a acuerdos que dejen contentos a ambas partes.
Otra clave para conservar la relación es respetar los espacios, darse tiempo para estar con los amigos y la familia, eso ayudará a que ambos se sientan más libres y nazcan las ganas de volver a verse.

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