jueves, 2 de agosto de 2012

“¿Dónde está la ‘Gran Transformación’?”


El presidente Ollanta Humala durante su último discurso al país, ofreció una serie de cosas, entre aumentar los sueldos de los profesores, militares y policías hasta crear el seguro oncológico, entre otros ofrecimientos. Para muchos analistas como José Rocha algunas de sus promesas serán difíciles de cumplir. En la presente entrevista nos da conocer sus argumentos y el por qué de lo endeble del mensaje por Fiestas Patrias. 

-¿Cómo califica el discurso de Ollanta Humala?
-Como aburrido y sin fundamento. Larguísimo y parte de eso eran los aplausos desmedidos de su bancada que es la mejor forma de engañar a un sector de la población. Ha sido un discurso común, hueco, porque lo único que le faltó decir es ‘déjenme trabajar’ y ‘nací en Cabana’ para ser Toledo. El supuesto presidente diferente de la transformación no ha estado el 28 de julio en ningún lado. Yo esperaba mucho más de él.
-¿Está en lo correcto Mario Vargas Llosa al afirmar que Ollanta está cumpliendo con lo que prometió en la segunda vuelta?
-Es que todo el mundo quiere ver el tema de la hoja de ruta como parte del continuismo. Y si él piensa ser un presidente continuista, es un buen discurso. Si te das cuenta, gran parte de los comentaristas políticos que apostaban por el continuismo lo han criticado por no haber dicho nada nuevo y le han preguntado ¿dónde está la ‘Gran Transformación’? Ese era el punto de quiebre para retomar su línea y no lo hizo.
-¿Cuál fue el punto más flojo de su discurso?
-Todo el contenido. Fue un discurso que pudo haberlo dado cualquiera de los candidatos que hubiera salido presidente. Lo que la gente esperaba eran cambios sustanciales. El apenas habló de reducir en cinco años la pobreza de 27% a 15%, pero sin decir cómo. Para mí, esa propuesta no va ser posible porque para que ello suceda tendrían que dejar la clase baja millones de personas para poder acceder a la clase media, y sin contar con los que están en la extrema pobreza. 
-¿Eso evidencia improvisación en su gestión?
-Demuestran continuismo. Lo que se esperaba era que culminado el primer año pudiera haber convencido a la gente de que es el presidente de la transformación, o en su defecto confirmar que ya se “derechizó” como muchos piensan. A mi juicio, con su discurso le ha dado la razón a este segundo grupo.
 -¿Qué crítica podría recibir por no tocar el caso Conga?
-Ese tema no debió ser un punto fundamental en el discurso, como no fue. Basta de ‘congarizar’ al país. Yo creo que lo hizo cuando tocó el tema del agua. Escuché a algunos juristas decir que el derecho al agua debería estar tipificado en la Constitución Política. Pero en mi opinión, si vas a considerar el ‘derecho al agua’, entonces, también debería haberlo al aire. Eso no es lo importante, ya que la diferencia que esperaba el pueblo de éste presidente, con respecto a los anteriores que hablaban técnicamente, era la manera directa y simple como hablaba Humala en sus campañas. Creo que el 28 de julio, habló como un tecnócrata más.
-¿Considera que si había un momento de hablar de esos conflictos ese era en el discurso de Fiestas Patrias?
-Yo creo que no. No podemos olvidar que este conflicto de Conga en Cajamarca tiene cerca de ocho meses y lo que se ha hecho es entablar un diálogo entre los que están a favor, los que están en contra y los facilitadores. Y si el presidente se mostraba abiertamente directo, a favor o en contra de Conga, podría entorpecer la mesa de diálogo y dar origen a disturbios, marchas, etc. Creo que no era preciso hablar de eso, pero sí de generalizar los conflictos sociales porque tenemos más de 250, que para el expresidente del Consejo de Ministros, Oscar Valdés, eran solo 60 y que los demás estaban solucionados, no sé en qué planeta vivía.
-¿Qué otros puntos de crítica ha observado?
-Lo que me pareció insuficiente fue el tema de la lucha contra la corrupción, que era la columna vertebral del proyecto del nacionalismo. Habla de la ‘muerte civil’ para los que no pagan las indemnizaciones al Estado, pero no lo puede impartir el Ejecutivo, sino el Congreso de la República, pero es complicado porque requeriría de un cambio en el Código Procesal Penal, no es tan fácil como lo dice.
-¿Pecó de generalista?
-Exacto. Por ejemplo, habla de incrementos salariales para la policía y a las FF.AA., lo cual puede ser positivo, pero dice que está dentro de un plan para el cual va solicitar facultades legislativas para seguridad ciudadana. Primero, él no necesita dichas facultades para tratar ese tema. Segundo, los incrementos de la policía y las FFAA no se dan a través de leyes, ya que los da el Ejecutivo. 
-¿Rescata algún punto importante?
-Cuando habló de los S/.4 mil millones como apoyo para el sistema de salud para la atención primaria. También cuando se refirió al tema oncológico dentro del SIS (Sistema Integral de Salud) para los más pobres. En educación, se está fomentando la inclusión porque se van a presentar estrategias a favor de los niños que hablan quechua, aymara, y a los de las zonas amazónicas. Otra cosa que se ha prometido es impulsar a las empresas estatales, a pesar que se tienen los miedos de la corrupción. Es importante fortalecer las empresas estatales y defender el agua, energía, puertos y aeropuertos que deben ser manejados por peruanos y no por extranjeros. Eso me pareció un acierto. 
-¿Cómo ha visto las reacciones por parte de la oposición?
-Bueno, después de la guerra todos son generales. Pero ahora todo es extraño porque se han invertido los papeles. Aquellos que tenían una posición de cambio de sistema, hoy reclaman que no se está produciendo dicho cambio, pero los que estaban a favor del continuismo se están dando cuenta que se necesita cambiar y le piden por qué no ha presentado nada de eso. Nadie dice que venga el comunismo, pero lo que sí tiene que haber es un cambio definitivo para el país.

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