martes, 8 de enero de 2013

Cuando el amor se acaba



Los matrimonios duran menos que los preparativos para concretarlo. Hoy estamos ante una ola de divorcios, sobre todo entre jóvenes. Lo más triste de esta crisis que está desmoronando la institución familiar, es que los más perjudicados son como siempre los hijos.

Hasta el año 2000 la familia era considerada en el país la célula básica de la sociedad y raíz de su grandeza. Trece años después, por lo menos entre los jóvenes, este concepto pareciera haber pasado a la historia.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), hoy no solo se está incrementando la tasa de divorcio, sino que las parejas que se separaran son cada vez más jóvenes.
Si hasta antes del 2010 las personas que se separaban tenían entre 45 y 50 años, ahora ese promedio fluctúa entre los 35 y 40 años. Muchos se estarán preguntando, ¿qué pasó? ¿Por qué los jóvenes son más proclives al divorcio?
De acuerdo con el psicólogo de familia Manual Cahuana, los jóvenes por su misma edad aún no empiezan a evaluar de manera más objetiva lo que quieren y les gusta. Por lo tanto, la elección de pareja, por ejemplo en el caso de la mujer, se realiza más por aspectos de creencias, supuestos o expectativas no realistas como: “ese hombre me hará feliz”, “ya aprenderá a ser responsable”, “con un hijo se mantendrá a mi lado”, “al menos ya salí de mi casa”, etc.
“Este aspecto está bastante agravado, porque educativamente en los diferentes niveles de la educación, poco se hace para enseñar el significado de la pareja. Lo que se aprende mayormente es por la experiencia que han tenido sus propios padres –de hecho no siempre son los mejores modelos- , o por las propias creencias de algunos amigos o por lo poco que se puede informar”, sostiene Cahuana. 
Por su parte la psicóloga Carmen Mendoza, señala que antiguamente la presión por casarse y permanecer juntos era mucho fuerte que ahora. “Si antes querías separarte te exponías a la condena social. Eso hizo que muchas parejas tuvieran que soportar de todo. Hoy las cosas son diferentes. Ahora los jóvenes ni bien tienen problemas se separan”, explica la profesional.
El razonamiento de Mendoza se ve reflejado en los datos que dio a conocer el INEI. Así tenemos que los matrimonios de las personas jóvenes duran aproximadamente entre tres a cinco años.
La infidelidad como principal causante
El incremento del porcentaje de separaciones en el país ha llevado a muchos especialistas del derecho a crear agencias dedicadas a tratar el tema del divorcio. Uno de esos abogados es Ernesto Martínez Cabrera.
Martínez, quien trabaja en midivorcioemperu.com, nos cuenta que la mayoría de los clientes que llegan hasta su oficina lo hacen porque han sido engañados. Además también porque ya están cansados de estar peleándose a cada rato.
Las causas del divorcio son muchas y complejas. A las ya mencionadas por el letrado, se suma los malos tratos, conflictos sexuales, diferencias irreconciliables con los familiares de cada uno, el dinero y los diferentes criterios en la educación de los hijos.
Un dato a tomar en cuenta, es que casi siempre cuando se presentan estos problemas son las mujeres las que deciden dar el primer paso para la separación.
Probablemente esta decisión se deba a que como las mujeres ahora son más independientes, profesionales y con educación, ya no sienten la necesidad de tener que soportar al hombre como lo hacían las abuelitas.

SEPA
Entre el 2000 y 2010 la tasa de divorcio en el país creció 51,3%. Los distritos de la capital  que registran mayores índices de separaciones son: Cercado de Lima (17,9%), Miraflores (16,5%)  y San Juan de Miraflores (12,5%).

                                              La infidelidad es la principal causa de divorcio

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