Programas de
concursos vienen cautivando a millones de jovencitos, a pesar de las críticas y
un estudio que afirma que son dañinos. ¿Usted qué cree?
Desde
que aparecieron los realitys de concurso en el Perú algunos lo defienden,
aduciendo que solo buscan divertir a la gente; y otros lo critican, afirmando
que poseen alto contenido sexual.
Para
dilucidar esta polémica, el Consejo Consultivo de Radio y Televisión (Concortv)
realizó el año pasado el “Estudio Cuantitativo sobre Consumo Televisivo y
Radial en Niños, Niñas y Adolescentes”. Los resultados dados a conocer hace
algunas semanas fueron reveladores.
Según
el estudio, de los 9.148 niños y adolescentes de 7 a 16 años que participaron
de la muestra, el 40% reveló que los realitys contienen mucha violencia,
escenas de contenido sexual y lenguaje grosero y vulgar (ver cuadro).
Así
mismo el 37% señaló que el televisor está en su cuarto, y que el 86% ve sus programas
favoritos sin compañía de algún adulto.
Ante
la pregunta de cuál es la persona que admira en la televisión, la tercera parte
de los encuestados dijo que a Nicola Porcella y Patricio Parodi, ambos
participantes de Esto es Guerra.
Para
Liliana Rocha, asesora legal de la Asociación Valores Humanos, estos resultados
muestran que la autorregulación en la televisión no funciona en el país. Y que Ley
28278, que en su artículo 2 defiende la dignidad de las personas, también es
letra muerta cuando se tratan de programas con alto rating.
¿Quién gana?
No
existen estudios que revelen los ingresos que obtienen las televisoras con los
realitys, sin embargo se deduce, por los millonarios sueldos que ganan los
participantes (S/. 30.000 promedio), que el negocio es muy rentable. De ahí,
que a los dueños de las televisoras no les importen los contenidos de calidad.
Desde
que los realitys se trasmiten en el país, cada cierto tiempo aparecen noticias
de jóvenes que expusieron su vida o la perdieron por ser como los guerreros o
combatientes.
En
el 2014, por ejemplo, una niña en Iquitos falleció al imitar un juego que había
visto en Esto es Guerra. Un año
después, en el Cusco, dos jóvenes se inyectaron petróleo en sus extremidades por
querer tener los mismos cuerpos de Nicola Porcella y Yaco Esquenazi.
Causa
Lo
preocupante del estudio del Concortv, es que a pesar de lo pernicioso de los
realitys, el 52,8% de los encuestados quiere ser como sus ídolos.
¿Dónde
está el secreto para continuar siendo los preferidos de millones de peruanos? Según
el psiquiatra Freddy Vásquez, los realitys siguen llamando la atención de los chicos
porque los padres han dejado de preocuparse por saber qué están viendo sus
hijos. Y porque además, muchos de los papás también asisten a estos programas.
Otra
razón está en el descuidado del Estado por defender nuestro derecho a ver
programas con buenos contenidos, que no solo nos entretengan sino también nos
enseñen valores.
Para
la socióloga Violeta Barrientos, el enganche de los jóvenes a estos programas
se explica porque los realitys han sabido simular la realidad, contratando
modelos para exponer sus vidas personales y que generan situaciones que llaman
a la curiosidad del espectador; por ejemplo, conflicto entre parejas, celos,
etc.
“Los
programas de competencias de juegos son un pretexto que combinan varios
elementos. En primer lugar, la destreza física requiere de cuerpos de jóvenes preparados
en gimnasio, según los requerimientos exigidos por los cánones de belleza. Y
por otro lado, presentar melodramas en tiempo real y con personajes al alcance
del espectador”. (Redacción)
“Durante dos años
fui conformista”
Atraído
por las historias de los personajes y los juegos de competencia de los
realitys, Juan José Rivadeneira descuidó sus estudios a los 17 años. Como
consecuencia de esta realidad, se volvió conformista durante dos años.
Sin
embargo, cuando conoció a la Fuerza Joven (FJU) comenzó a interesarse por los
proyectos. Hoy, con 21 años, siente que su futuro es prometedor.
Los
interesados en conocer a la FJU pueden acercarse todos los domingos al medio
día, en jirón Carabaya 921, exCine Metro.
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