La
escritora y psicóloga chilena de paso por el Perú conversó de su reciente
libro, sobre tecnología y la violencia que afecta a las mujeres.
— Usted
escribió siete libros hasta el momento, siendo el reciente “Oídos sordos”.
¿Cómo surgió este libro?
—Surge de una enfermedad mía
producto de que año y medio dejé de escuchar a mi cuerpo. Es en ese momento que
decido participar de un estudio donde me entero que millones en el mundo están
sufriendo de alguna dolencia por la misma causa de mí persona. De ahí nace la
idea para este séptimo hijo literal.
— ¿Qué rescata de la historia que escribió?
— Que paramos todo
el tiempo tratando muy mal a nuestro cuerpo, como si tuviera la culpa de su
forma, cuando el culpable es uno mismo por estar metiéndole toxinas.
El otro punto rescatable es la
necesidad de aumentar los espacios de silencio para poder saber cómo estoy, y
finalmente el aumento de las preguntas para saber cómo está mi vida, cómo me
siento, etc.
De esta manera el cuerpo se comunicará para definir un plan de
acción personal que sea constante en el tiempo, claro respetando los cambios de
edad, para estar mejor.
En países como Latinoamérica, excluyo al Brasil, nos
han enseñado que reír y llorar es de tontos.
—Usted en su libro habla sobre cuatro emociones básicas:
rabia, pena, miedo y alegría. ¿Cómo estas influyen en la salud y el quehacer de
las personas?
— Influyen en mucho sobre todo en
países como Latinoamérica, excluyo al Brasil, donde nos han enseñado que reír y
llorar es de tontos, por esa razón somos pueblos enojados. Esto trae consigo,
al no poder exteriorizar nuestras emociones, que nos enfermemos. Por eso
pienso, que nunca debemos guardarnos lo que sentimos.
— ¿Cree usted que la tecnología está acabando con la
familia?
—Lo que está
aconteciendo con las personas no es culpa de la tecnología, sino de la falta de
voluntad de nosotros mismos de apagar el celular, la televisión, el tablet
cuando llegamos a nuestras casas o nos sentamos a la mesa para comer. Entonces,
al final tiene que ver más con pautas de vida, disciplina frente a la
tecnología. En mi caso, yo la utilizo cuando estoy de viaje para comunicarme
con mis hijos.
—Usted es presidenta de la
Fundación Cáncer Vida. ¿Cómo nació esta institución?
—Nace cuando muere una pareja mía por cáncer de páncreas y al comprobar las pocas herramientas que tienen los familiares del paciente para poder enfrentar con éxito esa dolorosa enfermedad.
—Nace cuando muere una pareja mía por cáncer de páncreas y al comprobar las pocas herramientas que tienen los familiares del paciente para poder enfrentar con éxito esa dolorosa enfermedad.
— ¿El machismo es
responsable de la violencia contra la mujer y los niños?
— El machismo no es solo culpa de
los hombres; las mujeres cuando son mamás también son responsables al educar de
una manera a su hijo y de otra a su hija. Por ejemplo, es común que sea la niña
quien atienda al hermano y al papá. Precisamos cambiar eso.
— Ese cambio no va a darse
de la noche a la mañana, mientras tanto qué hacemos.
— Las mujeres deben aprender a
respetarse denunciando, no creyéndole al agresor cuando este le jura con
lágrimas que nunca más le van a agredir.
— ¿Qué piensa del Perú?
—Que es un pueblo muy noble, que ha
mejorado mucho su autoestima como país, y que tiene una gastronomía muy rica apreciada
por todos. (C.M.)