Vivir en la
capital no es fácil. La falta de espacios verdes, casas inseguras y polución
son algunas de las dificultades que millones de limeños deben de soportar a diario.
El reciente crecimiento económico trajo
consigo un “boom inmobiliario”, pocas veces visto en el país. Gracias a las
facilidades bancarias miles de personas accedieron a una vivienda propia, sin
embargo este crecimiento trajo también saturación de servicios, deterioro y
hacinamiento, destrucción desmedida de casonas, además de reducción de áreas
verdes, producto de la falta de planificación.
Así lo evidencian obras como la
ampliación del tercer carril de la avenida Félix Dibós, en el distrito de
Magdalena, que bajo la gestión del alcalde Francis Allison taló árboles y
redujo áreas verdes del distrito, mientras el alcalde de Lima, Luis Castañeda,
canceló un proyecto de recuperación de áreas verdes (25 hectáreas) en el río
Rímac para la construcción de tres by
pass en la av. 28 de Julio, que se suponía iban a aligerar el
tránsito en Lima, sin embargo, tras su inauguración la congestión vehicular en
las vías contiguas se ha intensificado.
Según
cifras del Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano de Lima y Callao (PLAM 2035),
Lima cuenta con menos de tres metros cuadrados de áreas verdes por persona, es
decir menos de la mitad de los nueve metros que recomienda la Organización
Mundial de la Salud (OMS) para ser considerada una ciudad saludable.
El desorden, la tugurización y la contaminación de
Lima no es solo culpa de uno o dos alcaldes, sino de la gran mayoría.
En Carabayllo, por ejemplo, a pesar de la
existencia de actividades minera no metálicas y de seis ladrilleras de chimenea,
la municipalidad distrital impulsó la venta de inmobiliarias en Villa Club.
Según Samuel Yáñez, miembro del equipo de trabajo
de la ONG CIDAP, las características topográficas de Las Lomas de Carabayllo y
el sentido del viento hacen que todos los elementos que contaminan el aire de
ese lugar, terminen llegando a Villa Club.
La informalidad de muchas construcciones también se debe
a la indiferencia de las autoridades.
Para
el médico ambientalista Fernando Osores, Las Lomas de Carabayllo es una zona
altamente contaminada. “Ahí reciclan baterías de autos y otro tipo de baterías
a base de plomo. Las ladrilleras botan humo constantemente, que viene cargado
de metales pesados. Aunque muchas de las mineras ya se han retirado del lugar,
han dejado pasivos ambientales”, afirma.
“Cuando
nació mi bebé, Valerie, empezaron los rumores sobre la contaminación, así que
la lleve al laboratorio Blufstein (en octubre de 2014) para que le
realicen exámenes. Los resultados arrojaron que tenía plomo en la sangre”,
cuenta Juan Zegarra, quien tras este resultado no dudó en mudarse
inmediatamente.
Mientras esto sucede en Carabayllo, en otros
distritos como San Juan de Lurigancho, muchos pobladores han levantado sus
construcciones de manera informal sin tomar en cuenta el tema de la seguridad
Hernando Tavera, director del Instituto Geofísico
del Perú, dice por falta de conocimiento y recursos económicos cientos de
familias de este distrito se han visto en la necesidad de prescindir de la
asesoría profesional de un arquitecto o ingeniero civil.
Esto ha traído consigo, afirma, que cada cierto
tiempo, se presenten accidentes, algunos con consecuencias fatales.
Tavera sostiene que la informalidad de muchas construcciones
en varios distritos de la capital también se debe a la indiferencia de las
autoridades, quienes por ganarse la voluntad de la población, se hacen ‘de la
vista gorda’.
¿Qué
hacer?
“Es urgente y necesario que Lima planifique y que
el alcalde metropolitano conjuntamente con los alcalde distritales sean
consciente de lo importante que es planificar para mejorar la calidad de vida
en la ciudad. Tomar decisiones concertadas sobre el territorio de la ciudad,
que ordene nuestro crecimiento poblacional y lo proyecte al futuro, de lo
contrario estaremos incrementando la tugurización, disminuyendo los espacios
públicos, contribuyendo al colapso de los servicios públicos y al estrés de las
personas”, alerta Ana Leyva, especialista de la plataforma para el Ordenamiento
Territorial.
Carlos
Herrera Descalzi, ex ministro de Energía y Minas, afirma que la existencia de
distritos donde la gente construye en cualquier lugar demuestra que, a pesar de
la existencia del Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano de Lima y Callao al
2015, todo sigue igual como antes; es decir, como una urbe que surgió con
espacios habitados y distintos alrededor de un brazo de agua, que se fueron
forjando con invasiones desordenadas.
Para
revertir esta realidad, dice, necesitamos que los 43 distritos de Lima hagan un
esfuerzo grande para hacer que el Plan Metropolitano se cumpla, y así Lima
crezca como las otras ciudades del continente. (Redacción/Gran Angular)
EXPERIENCIA AJENA
En el I Foro de Desarrollo Cultural Urbanístico Peruano –
China, realizado en Lima, los representantes asiáticos comentaron que la
tradición de su país señala que para planificar una casa, antes hay que pensar
en construir un edificio, y que para construir un edificio se proyectan en una
urbanización.
Vecinos de Carabayllo
mostrando su disconformidad.
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