Las personas con
altas cargas de trabajo y estudio suelen ser las principales víctimas de este
mal que no distingue edad ni sexo.
El
estrés, la ansiedad y los nervios prolongados muy comunes en nuestros tiempos
provocan la aparición de la gastritis emocional, conocida por los médicos como
dispepsia.
El
doctor Luis Pita, gastroenterólogo del centro médico Jockey Club, explica que
cuando una persona pasa por momentos emocionales difíciles, y estas no se
resuelven pronto, la mucosa gástrica termina por inflamarse por el aumento de
los ácidos del estómago.
“Las
personas que sufren de dispepsia tienen dolor de estómago, ardor, nauseas,
acidez (vinagrera) y pérdida de apetito”, enumera el especialista.
Esta
enfermedad ataca principalmente a aquellos que tienen mucho trabajo o estudio.
No distingue sexo ni edad.
Lesdi
Gavilán Colca desde los 12 años sufrió de dispepsia por causa del estrés que padeció
un año antes.
Cuenta
que un principio no le prestó atención, sin embargo cuando comenzó a sentir
muchas molestias, decidió contarle a su mamá lo que le pasaba.
El
médico, tras realizarle algunos exámenes, diagnosticó que Lesdi sufría de gastritis
crónica.
A
diferencia de la gastritis emocional que suele superarse una vez eliminada el
estrés y la tensión que la provoca, la gastritis crónica se presenta
gradualmente y persiste durante un tiempo prolongado. Su diagnóstico se realiza
mediante un estudio histopatológico de la biopsia de la mucosa gástrica,
previamente extraída de la exploración endoscópica.
Según
el especialista del centro médico Jockey Club, hay dos tipos de gastritis
crónica: el tipo A y el tipo B.
La salud de quien sufre de dispepsia suele complicarse por una alimentación inadecuada y el consumo del alcohol.
El
primero afecta al cuerpo y el fondo del estómago
sin involucrar el antro, por lo general asociada a una anemia perniciosa. Se
presume que tiene una etiología autoinmune. El tipo B es la forma más
frecuente, y afecta al antro en pacientes jóvenes y a toda la mucosa del estómago
en personas mayores.
Este tipo de gastritis crónica es causada por la bacteria Helicobacter pylori. Su tratamiento
suele ser con antiácidos o reguladores de la acidez.
El
doctor Pita explica que las personas que no se tratan a tiempo la dispepsia suelen
sufrir de gastritis crónica. Por ello recomendó asistir al especialista apenas
sientan los síntomas.
La
salud de quien sufre de dispepsia suele complicarse por una alimentación
inadecuada (comidas muy condimentadas) y el consumo del alcohol.
Lesdi
Gavilán cuenta que durante el tiempo que sufrió de dispepsia solo se trataba
con antiácidos y pastillas, que si bien le calmaban el malestar por un tiempo,
no le curaban.
Acciones
La
dispepsia es manejable. El doctor Arturo Zegarra, gastroenterólogo de la
clínica Javier Prado, señala que el tratamiento consiste en mejorar las
condiciones de vida; es decir, evitando las tensiones y alimentándose mejor.
Cuando
el estrés y la ansiedad son serios y duran mucho tiempo, el doctor Zegarra
recomienda visitar a un psicólogo.
En
ocasiones, dice, puede que simplemente la persona esté nerviosa por alguna
razón, por lo que se suele indicar modificar los hábitos de vida y relajar los
nervios a través de caminatas, ejercicios, paseos, etc.
El
doctor Luis Pita recomienda disminuir los alimentos condimentados, el ají, y
evitar el tabaco.
Por
el tiempo transcurrido, Lesdi pensó, al cumplir 20 años, que nunca se curaría
de la dispepsia, sin embargo cuando conoció a la Comunidad Cristiana del
Espíritu Santo, su forma de pensar cambió.
Aferrándose
a su fe, logró curarse luego de ocho años de sufrimientos y malestares que no
solo le afectaron a ella sino también a su familia. (Redacción)
DEBEMOS EVITAR
-
Alcohol
-
Café
-
Ibuprofeno (pastillas)
-
Leche
-
Té
-
Comida ‘chatarra’
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