La obesidad, la
edad fértil son algunas de las causas de esta enfermedad muy frecuente en las jóvenes.
Una
de las dolencias más frecuentes que llegan a los consultorios de los
ginecólogos es el fibroma, conocido también como mioma.
Según
el Ministerio de Salud (Minsa), en el Perú una de cada cuatro mujeres entre 30
y 51 años presenta fibroma.
El
fibroma uterino es un tumor (en el 99% de los casos benigno) que se forma del
mismo tejido muscular del útero.
El
ginecólogo Marcelo Velit afirma que son varias las causas que lo originan. Así
tenemos la obesidad, la edad fértil, los antecedentes familiares, no haber
tenido hijos y principalmente las hormonas sexuales femeninas.
Los
fibromas en la mayoría de los casos son asintomáticos, sin embargo dependiendo
de su tamaño y localización en el útero comenzará a presentar molestias.
Según
el doctor Velit, si el fibroma se ubica en la cavidad del útero la paciente
durante la menstruación puede sangrar más días de lo que le dura la regla,
incluso también en los días que ya no menstrua. Además de sufrir de cólicos.
Reina
Vargas Garibay de 51 años recuerda que al poco tiempo que le detectaron fibroma,
luego de su segundo parto, ella comenzó a sangrar abundantemente durante la
menstruación. En ese entonces tenía 23 años.
“Lo
peor de esos sangrados es que muchas veces me duraban hasta 10 días, motivo por
el cual comencé a sufrir de anemia”.
Los
fibromas no solo aparecen dentro de la cavidad del útero. También es común
encontrarlo encima y en la parte lateral del útero.
De
estos dos últimos, el más peligroso es la que se localiza encima del útero y
que también es conocida con el nombre de subseroso.
Según
el doctor Velit, el fibroma subseroso por su ubicación puede provocar en las embarazadas
abortos y malformaciones fetales. En otros casos, estreñimiento e infertilidad.
Diagnóstico
Para
saber su ubicación, el médico procederá a realizar dos pruebas. Una de ella es
la ecografía abdominal y la otra es la ecografía transvaginal.
Una
vez localizado, dependiendo del tamaño y su ubicación, el médico procederá al
tratamiento.
El
ginecólogo dice que en caso el fibroma no sea grande y no comprometa la salud de
la paciente, el tratamiento más recomendable para evitar su crecimiento es la
aplicación de inyecciones para reducir el porcentaje hormonal. De lo contrario,
la cirugía es el único camino.
Para
evitar la cirugía visite a su médico ni bien sospeche de algo extraño durante
su menstruación, dice Velit.
Reina
Vargas cuenta que por el fallecimiento de su esposo ella descuidó su salud, por
esa razón convivió con el fibroma durante 12 años.
“Cuando
los cólicos se hicieron insoportables, regresé al hospital. Ahí me dijeron que
debía operarme, no solo por la abundante sangre que perdía sino también porque
mi vida corría peligro si volvía a embarazarme. Me asusté mucho al recibir esa
noticia”, anota.
Reina,
mirando la televisión descubrió el programa de la Comunidad Cristiana del
Espíritu Santo. Usando la fe y haciendo las cadenas de oración, logró curarse.
“Hoy
en día, llevo una vida tranquila, no tengo dolores ni los síntomas que me
afligieron durante años”, revela.
El
doctor Marcelo Velit sostiene que las intervenciones quirúrgicas consistirán en
realizar la extirpación del fibroma o fibromas existentes. En el caso haya
mucho sangrado y dolor, o el fibroma vuelva aparecer y la paciente ya no desee
tener más hijos, se optará por el retiro total del útero. (Redacción)
SÍNTOMAS
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Hinchazón
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Sangrado abundante
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Dolor pélvico
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Ganas frecuentes de orinar
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Cólico y diarreas
ALIMENTOS QUE
AYUDAN A REDUCIR
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Aceite de linaza
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Ajonjolí
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Harina de coca
-
Cebolla y ajos
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Verduras
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