Progresar es una
elección. Si uno se esfuerza, logra triunfos, de lo contrario, se mantiene como
está.
Muchos
por sentirse bien en sus zonas de confort, se resisten al cambio. Creen que con
lo que saben basta para mantener su trabajo, su negocio, su familia, etc.
El
mundo de hoy está en constante cambio, y para no terminar relegado precisamos,
según Rafael Zavala Batlle, experto en gestión de empresarial, de tres pasos:
Conciencia
Piensa
si necesitas un cambio y de ser así, en qué aspectos de tu vida y cuál sería el
impacto. Mientras mejor amuebles tu cabeza y gestiones tus circunstancias,
mejor te irá.
Plan estratégico
Define
tu misión en la vida. Un FODA te ayudará a definir para qué eres bueno, para
qué no, y qué te falta para conseguirlo. Pregúntales a familiares o amigos
cercanos tus puntos fuertes y débiles y contrástalos con lo que piensas. Te
ayudará a ver las cosas objetivamente.
Implementación
Una vez diseñado tu plan, échalo a andar. Define los
triunfos a corto plazo que motivarán los siguientes. Serán comportamientos que
muevan la aguja de tu desempeño y que repetidos por 30 días los convertirás en
hábitos.
El motivador Tony Robbins dice que el secreto de la
felicidad, nuestra meta final, en una palabra es progreso.
Sobre ese punto Zavala, autor del libro Ideas para vivir mejor, señala que no es
tanto alcanzar metas, sino más bien luchar por progresar en todas las áreas de
la vida que son importantes para uno. “Esto es el alma de la transformación
personal”, sentencia. (Redacción)
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