Tener malos hábitos de vida expone a las personas a sufrir de hernia, un mal que ataca a niños y a personas de la tercera edad por igual.
Juana desde los 11 años tuvo que cargar cosas pesadas para ayudar a su madre, una vendedora de papa en el ex Mercado Mayorista de La Parada.
Cuando tenía 18 años, ella con espanto vio un bulto debajo de su vientre. Pensando que tomando desinflamantes y analgésicos iba solucionar ese problema, convivió con ese bulto por espacio de tres meses. Solo cuando el dolor se volvió intenso y no paraba con nada, es que su madre la llevó al hospital de El Agustino.
En dicho nosocomio, la doctora que la trató le dijo que era una hernia y que para curarse-si es que no quería operarse- debía someterse a un tratamiento que implicaba tener que dejar de hacer esfuerzos, seguir una dieta lactante con mucha fruta, aplicarse cataplasmas gruesas de arcilla fría, entre otras recomendaciones.
Si bien la cavidad abdominal es más propensa a las hernias, eso no significa que no pueda aparecer en otro lugar del cuerpo. Según el médico Mario Valdivia, expresidente de la Sociedad Peruana de Gastroenterología, estas también suelen aparecer en el ombligo, en las viejas heridas quirúrgicas y en las zonas cercanas a los orificios inguinales.
¿Qué es una hernia?
Básicamente es la salida de un órgano, con mayor frecuencia en el intestino, que atraviesa el musculo producto del debilitamiento de alguna capa muscular. Por eso, dice el doctor Valdivia, es conveniente una vez identificada ir al médico lo antes posible ya que puede complicarse de manera peligrosa.
¿Qué las causa?
Hacer esfuerzo como Juana posibilita la aparición de la hernia. Sin embargo, no es la única causa. También está el sobrepeso que agota y debilita la fuerza de los tejidos; el exceso de responsabilidades, tensiones, preocupaciones, trabajo, etc., igualmente predisponen la aparición de este mal.
Entre otras razones, también está los malos hábitos de vida como la alimentación descuidada y el sedentarismo.
En el caso de las hernias de los niños, estas son congénitas, resultado de la debilidad de la pared en el nacimiento.
Tratamiento
Según el doctor Valdivia, lo primero que se debe tomar en cuenta es bajar de peso en caso de que la persona sea obesa, pues el sobrepeso no permitirá una cura apropiada de la hernia y solo la agravará.
Asimismo debe hacerse una dieta estricta depurativa para eliminar grasas y toxinas y ayudar a los tejidos a fortalecerse con alimentos de calidad, como los vegetales frescos, los cereales integrales y complementos como el alga espirulina, aceites y leches vegetales.
“ Una vez que se ha confirmado que hay una hernia, es necesario no hacer esfuerzos físicos exagerados y no saturar al estómago con alimentos en caso de que la hernia se encuentre en el área del abdomen”, sostiene el galeno.
Cabe señalar que debe mantenerse una dieta adecuada para la pronta recuperación en caso de intervención quirúrgica, y hay que seguir una dieta de calidad diariamente, no consumir productos como harinas ni azucares refinadas, ni leche de vaca y derivados como el queso. Se debe reducir al máximo la carne roja y tratar de aumentar el consumo de vegetales y agua pura. También es recomendable practicar una actividad física relajada que ayude a mantener bien oxigenados y nutridos los tejidos del cuerpo. El yoga puede ser una excelente alternativa. (Raúl Vela)
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