martes, 3 de junio de 2014

Víctor Martínez: “La lírica de la imaginación es la música vital”

“Los cantautores no podemos estar alejados de la literatura, de la poesía”.


Mi brújula, la literatura. Componer exige disciplina y rigor, no es ocurrencia.

Oaxaca, México, Mayo 2014.- Cantautor, poeta, filósofo de vida, eso en pocas palabras es Víctor Martínez. Nacido en Oaxaca pero universal en su canto, nos dice que existe un vacío de música de más de 40 años como resultado de la desaparición de los compositores  en los medios de comunicación y el deceso de muchos de ellos como Agustín Lara y Álvaro Carrillo.
En la presente nota, Martínez  nos bosqueja a través de su lira,  los paralelos de la composición y la música contemporánea.
El fandango, la poesía y la literatura son su brújula, la única posibilidad de no perderse, asegura.
Acompañado de su guitarra de doce cuerdas desde los nueve años  y un cúmulo  de recuerdos que plasma en los tres libros de poesía que publicará próximamente, Martínez, habla del contexto sociológico y también  artístico de la música,  y reitera “que los cantautores no podemos estar alejados de la literatura, de la poesía, ni olvidar que en nuestro propio espacio y contexto tenemos que trascender más allá de los egos personales o regionales”.
Autor y compositor de diez discos, uno de ellos dedicado a la no violencia hacia las mujeres, en el cual “Nacido de Mujer” y “Otro Gallo nos Cantará”,  dos de sus composiciones en las que  plasma su visión de la mujer y hace una crítica hacia la inequidad y la violencia,  producción que fue realizada en coordinación con el Instituto de la Mujer Oaxaqueña, a quien se entregaron 800 discos, desaparecidos todos ellos por la actual titular de esta institución.
El cantautor oaxaqueño define en el plano musical y autoral, un espacio donde  los  lugares comunes y la grosería son  una expresión ideológica de los feminicidas espirituales, que busca en -las letras de las canciones hacerle daño a las mujeres - “por hojaldras, porque putas son de cajón” – expresiones de violencia e incongruencia que se cantan de manera cotidiana como una expresión popular.
Integrante y fundador del Ateneo Cultural en Oaxaca en la década de los 70, Víctor Martínez tiene su primer encuentro con la literatura y la poesía:
“Monsiváis, Octavio Paz y Muñoz Cota vienen a Oaxaca, con visiones profundas en un escenario donde el surrealismo universal se había propuesto cambiar tres cosas: la vida, el mundo y el entendimiento humano”.
Piedra de Sol de Octavio Paz y La Rebelión de la Granja de Ortega y Gacet, le transformó la vida, “fui lector avezado desde los 16 años”.
Con esta concepción cursa la carrera de ingeniero civil en la UNAM donde descubre que el cambio no estaba en la política o en los partidos, ni en las mariposas amarrillas, sino en la profundidad de la poesía, de la literatura y la  lírica de la imaginación, esa profundidad que hoy, debe ser retomada y enriquecida en la composición y la letra de la música contemporánea, la cuál debe ser compartida en todos los escenarios posibles de América Latina y del mundo.
Reivindicar el nivel de composición oaxaqueña   a través de la profesionalización de los músicos y compositores, es  para Víctor Martínez su razón de ser, cierto de que es entre la vida y la muerte  donde se desarrolla su arte, este cantautor, autodidacta en su lírica, pero soñador de poesías, canta y hace del cantar una emoción, una escuela, donde el ser no es autoflagelación ni autoelogios, es reflexión, imaginación, pensamiento donde su brújula su musa es la literatura. (Por: Claudia Martínez*)

*Periodista, columnista y analista. Vicepresidenta de CONAPE en Oaxaca. Premio Nacional de Periodismo “Rosario Castellanos”.



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