jueves, 12 de enero de 2012

Un gordo problema

En el Perú según datos del MINSA dos de cada diez limeños es obeso. Esto ha preocupado al Estado por lo que viene promoviendo la denominada Ley chatarra que pretende imponer un tributo extra a los establecimientos que expidan comidas altas en grasas. ¿Esta norma resolverá el problema? ¿Usted qué opina?


La propuesta presentada por el Foro Nacional en Salud (Foro Salud) de gravar los alimentos de alto contenido de grasas, sal o azúcar y que es común en otros países ha provocado adhesiones, pero también indigestiones.

Más allá de la polémica por el impuesto, lo que está claro es que la comida chatarra mata. Su consumo diario es un boleto al más allá, según el doctor Alberto Quintanilla Valentín del Centro de Atención Integral de Diabetes e Hipertensión de Essalud.

De acuerdo con el galeno, el exceso de grasas saturadas estimula la producción de sustancias cancerígenas, ya que estas viajan directamente al hígado y no permiten que se reconozca la insulina. “Por eso se produce la diabetes”, explica Quintanilla.

Se dice que una comida es chatarra cuando excede por porción los 500 miligramos de sodio, el 5% de grasas saturadas y el 45% de carbohidratos. Una hamburguesa original, por ejemplo, tiene 506 miligramos de sodio y un 42% de grasas saturadas. Esto sin contar las salsas, las papas fritas, las gaseosas, los helados y el agrandamiento del combo que muchos restaurantes ofrecen.

El doctor Alberto Quintanilla recuerda que en el 2008 atendió a un niño de 14 años que pesaba 106 kilos y que llegó en coma diabético. “A pesar de lo complicado de su situación logramos salvarlo. Para ello lo tuvimos a dieta y con medicina. Ahora pesa 25 kilos menos”, nos dice.

¿Pero qué llevó a un niño de esa edad a tener un peso de esa naturaleza? De acuerdo con la versión del médico, la mama dejaba plata a su hijo para que comiera cuando ella salía a trabajar y este en vez de comprar un menú adquiría hamburguesas y salchipapas.

Así como este niño que el doctor Quintanilla atendió en el Perú actualmente hay miles de jóvenes con este tipo de problemas. Esta alarmante situación ha hecho que hoy en día, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, estemos ocupando el octavo lugar en el ranking mundial de obesidad infantil.

El problema de la obesidad, sobre todo en los niños, viene generando que tengamos a mucha gente sufriendo de diabetes.

Según Javier Sánchez, presidente de la Asociación de Diabetes del Perú, la enfermedad más común que presenta un niño que tiene sobrepeso es la prediabetes, que es un cuadro previo a la enfermedad y que si no se trata a tiempo puede generar en una diabetes crónica.

“La prediabetes es asintomática y la única forma de saber si se está o no en este escenario es realizándose el test de tolerancia oral a la glucosa, que consiste en un análisis de sangre”, precisa el especialista.

Actualmente en el país, el 20% de niños con obesidad tiene prediabetes. Ellos están a punto de cruzar el límite y padecer una enfermedad por el resto de sus vidas, la cual puede originar complicaciones cardiovasculares, renales, neurológicas, entre otras. Para el endocrinólogo Helard Manrique, la diabetes se presenta cada vez a edades más tempranas. “En consulta tengo niños de hasta menos de 10 años con diabetes tipo II, que es la más común (el 96% de diabéticos tiene este tipo), y que es algo que no se veía hace cuatro o cinco años atrás. Por lo general, esta enfermedad atacaba a gente mayor con obesidad”, sostiene Manrique.

Según el endocrinólogo, no es necesario tener antecedentes de diabetes en la familia para padecerla.

Actualmente la diabetes es la quinta causa de muerte a nivel mundial y se calcula que para el 2030 habrá 400 millones de personas con diabetes tipo 2 en el mundo. “En el Perú, tenemos 2 millones”, señala Manrique.

Otros males

La obesidad no solo genera en el sur humano diabetes. Según la doctora Tania López del Ministerio de Salud, también se ha detectado que provoca hipertensión, males cardiacos y diversos tipos de cáncer como la del colon.

En el caso de los niños, dice la doctora del Hospital San Bartolomé, Ruth Mindels, la obesidad provoca además de la diabetes que su hígado no crezca y más bien acumule mucha grasa que en su estado más avanzado afecta la función hepática que finalmente llevará a ese infante cuando sea adulto a sufrir de cirrosis.

De acuerdo con una última Encuesta Nacional de Hogares – Componente Nutricional (ENAHO – CENAN) de julio del 2009 a junio del 2010, para los niños que viven en la zona urbana, el porcentaje de sobrepeso en niños, de 5 a 9 años, es de actualmente 18,1%, mientras que el de obesidad llega al 12%. Mientras que para todo el país, los porcentajes son de 15,5% y 8,9% para sobrepeso y obesidad, respectivamente.

Propuesta polémica

El incremento de sobrepeso y obesidad en las personas, pero sobre todo en los menores de edad, llevó hace poco a instituciones como Foro Salud a proponer un impuesto a las comidas chatarras. Esta propuesta cómo es obvio ha generado diversas reacciones. Es el caso por ejemplo, del chef Gastón Acurio quien vía Twitter se mostró en desacuerdo con la idea al cual calificó de “locura”. Sin embargo, no todos piensan como Acurio. Para algunos entendidos es una buena medida pero que requiere ser complementada con campañas educativas.

Ante esta disyuntiva que ha generado dicha propuesta la gente se viene preguntando y con justa razón: ¿será suficiente imponer impuestos a la comida chatarra para bajar los índices de sobrepeso y obesidad infantil? ¿Una campaña educativa podrá modificar los hábitos de consumo alimentario de nuestra población?

Para la nutricionista Milagros Agurto, es poco probable que mediante la promulgación de una ley que pretende encarecer la comida chatarra esta vaya a dejar de ser consumida en su totalidad, debido a que de todas maneras los padres entrarán en la disyuntiva de complacer o no a sus menores hijos – llegando finalmente a ceder a sus caprichos.

Para ella, lo que se requiere es tener más espacios para jugar, correr, saltar así como importantes campañas educativas y de promoción para vivir mejor. “Esto para mí es lo que se llama prevención. Si yo quiero que vivan bien, les doy argumentos válidos y racionales para que apuesten por una vida sana con mejor comida y ejercicios, y que esos cuestionados alimentos sean consumidos solo eventualmente o incluso hasta dejen de comerlos”, explica Agurto

Para Adriana Carulla, nutricionista con amplia en este tipo de casos, por más impuestos que se pongan a la comida chatarra estas se seguirán vendiendo de todas maneras, dado que lamentablemente no existe una cultura del consumo en el Perú. La especialista propone que los padres deben educar desde pequeños a sus hijos explicándoles la importancia de comer sano, libre de grasas y calorías– esto de la mano con el incentivo de que practique todo tipo de deportes que ayuden a eliminar toxinas y así reforzar el sistema inmunológico del menor.

Entre tanto para la especialista en derecho tributario Carla Mares, la medida que se pretende imponer no solucionaría en absoluto el problema, dado que la persona no va a dejar de comerse una hamburguesa si esta cuesta uno o dos soles más.

Para Mares lo más efectivo es intentar resolver el problema de las obesidad a través de un programa de políticas públicas, tanto en el sector salud como en el de educación, que apunten a promover el consumo de alimentos sanos (por ejemplo, informando a la población sobre lo que constituye una dieta balanceada; haciendo campañas de sensibilización que divulguen los efectos dañinos que tiene el consumo en exceso de comida con alto nivel de grasa, azúcar o sal).

Mares añade que se podría disponer, como lo ha hecho Estados Unidos, que en los kioscos de los colegios se restrinja la venta de productos poco sanos y con escaso valor nutritivo, cuyo consumo puede ocasionar sobrepeso, siempre dentro de un ámbito en el que los consumidores están en un período de formación, en el que pueden aprender lo que mejor les conviene para su salud. Esto promovería que los niños, luego adultos, lleguen a preferir una fruta o un jugo natural, en lugar de una golosina o una gaseosa.

Una propuesta no menos interesante es la del pediatra Javier Ferreyros, quien sostiene por qué no decirle a nuestros chef peruanos que lancen a crear una comida rápida saludable. No cabe duda, que este sería el mejor momento.

Mientras nos ponemos de acuerdo cuál es lo que más nos conviene para nuestra salud, tengamos presente que reducir los índices de obesidad, sobre todo infantil, ayudará a tener personas sanas en el mañana.

SEPA:

1.- Según datos del MINSA de cada 10 menores obesos, ocho seguirán así cuando tengan 35 años.

2.- En los últimos años han aumentado de 4.2 a 16.8% los casos de obesidad infantil en el Perú.

3.- El Ministerio de Educación informó que el 90% de los niños en edad escolar no tiene costumbre de hacer deporte.

1 comentario:

  1. No se por que le dan tanta presencia en los medios a personas como Agurto o Carulla, que son tan solo nutricionistas con sus propias agendas en el tema y conexion con grupos cuyos intereses serian afectados por este impuesto. Por que no citan a gente mas capaz? Ellas solo quieren que hayan mas gordos para que sean sus pacientes y les paguen, y hacernos creer que somos inacapaces de alimentarnos bien sisn su asesoramiento. Sin embargo, en la epoca de nuestras abuelas no habian obesos... ni nutricionistas!

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