jueves, 26 de enero de 2012

Empezó el chatarreo

Luego de varias idas y venidas, la Municipalidad Provincial de Lima puso en marcha el Plan de Chatarreo, que busca retirar del parque automotor los vehículos pequeños y antiguos. Para ello otorgará a cada propietario 10 mil nuevos soles como máximo por su unidad con el fin de que se dedique a otro negocio.

Actualmente en Lima circulan más de 28,000 vehículos de transporte urbano, de los cuales 10,000 tienen 20 años de antigüedad y el resto15 y 10 años. Cabe señalar que de todo este universo de vehículos, el 70 por ciento está constituido por custer y combis.

Esta situación de sobre población de vehículos donde la mayoría trabaja en calidad de afiliadoras ha hecho que el transporte urbano de la capital no solo sea pésima y de mala calidad sino también una de las más que más contaminan el medio ambiente, al usar como combustible el diesel que es el carburante con mayor cantidad de partículas de azufre.

La crisis del transporte urbano que soporta Lima no data de hace uno o cinco años atrás. Esta se originó en 1992 cuando el gobierno de Alberto Fujimori liberó el transporte a fin de que cualquier persona con uno o más vehículos pudieran entrar en esta actividad.

Fruto de esta norma aparecieron las “combis asesinas”, llamadas así por ser las responsables de la mayor cantidad de accidentes de tránsito que se registra en la capital.

La normatividad del transporte

Si bien es cierto la apertura del transporte público urbano dado en 1992 resolvió el problema del déficit vehicular que existía en esa época lamentablemente su falta de regulación trajo consigo que esta creciera desmesuradamente. Fernando Zavala encontró que “en 1991 se importaron 5.000 camionetas (cuatro veces más que el año anterior) y 604 buses” (Zavala 1995: 118). De acuerdo al Centro de Investigación y de Asesoría del Transporte Terrestre (Cidatt) el parque automotor limeño era de 397.623 vehículos en 1990, y en el 2006 llegó a 898.100 vehículos. Es decir, el número de vehículos creció 2,59 veces en Lima, mientras que el promedio del país fue de 2,32.

Con el fin de acabar con este caos, en 1997 se promulgó las ordenanzas 104, 131 y 132, que hasta el día de hoy regulan el transporte. La primera, la más importante, establece que el servicio se debe efectuar mediante concesiones. La Municipalidad de Lima es la propietaria de la ruta y la otorga en concesión a una empresa privada determinada. La concesión es el derecho de explotación de la ruta, la empresa que la posee tiene el derecho de explotación. Según la normatividad legal, estas empresas no están obligadas a ser las dueñas de su flota: tienen la posibilidad de tercerizar el servicio. Es decir, la entidad es la concesionaria, y otros, terceros, explotan dicha concesión. Esta situación ha traído consigo como bien lo ha subrayado Luís Quispe de la ONG Luz Ambar, que actualmente tengamos 350 empresas afiliadoras que no tienen ningún respeto y consideración con el usuario.

Bono chatarrero

De acuerdo con la alcaldesa Susana Villarán, Lima merece tener un transporte del primer mundo porque sus habitantes no son de segunda categoría. Por ello puso en marcha hace algunos días atrás el Plan de Chatarreo, que su antecesor (Luis Castañeda) no tuvo la voluntad política de aplicarla y que en este primer año (2012) tendrá como objetivo sacar de circulación en la capital unos 4,000 vehículos de los 10,000 que actualmente tienen más de 20 años de antigüedad.

De acuerdo con este plan, a cada propietario se le otorgará como máximo 10 mil soles, no con el fin que compre otra unidad, ni siquiera el bus patrón, sino que pueda invertirlo en algún otro negocio.

Según Quispe Candia, para que el Plan de Chatarreo tenga éxito se requiere que el Estado promueva un Programa de Conversión Laboral que no solo capacite a los interesados en aprender otros oficios sino también les brinden líneas de créditos para que puedan empezar un nuevo reto, que es el tener que vivir de otro trabajo.

El programa de chatarreo que busca retirar del parque automotor los vehículos pequeños y antiguos tendrá un fideicomiso de 25 millones de soles

Actualmente en Lima y Callao existen 35 ,040 vehículos de transporte público que cubren 424 rutas. De estas unidades, 7,745 son ómnibus, 15, 810 son microbuses (custer) y 11,485 son camionetas rurales (combis)

Los propietarios de combis y ómnibus que quieran acogerse a este proceso de chatarreo pueden solicitar una entrevista o mayor información al correo electrónico programadechatarreo@protransporte.gob.pe.


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