Aparece de manera
súbita, y puede originar infección urinaria.
La
litiasis renal, llamado también cálculo renal, es una de las enfermedades
urológicas más temidas por el ser humano debido al dolor intenso que provoca, y
que ha llevado a más de uno a desmayarse.
Las
causas que originan esta enfermedad están asociadas a la obesidad, hipertensión
arterial, diabetes mellitus, etc.
Según
el nefrólogo Enrique Pérez, de la Clínica San Felipe, la presencia de cálculos
renales actualmente está considerado como un factor de riesgo cardiovascular,
puesto que su presencia pronostica un infarto al corazón o derrame cerebral en
los próximos años, por eso es importante la corrección inmediata de los
factores que facilitaron su aparición.
Los
cálculos renales se desarrollan por la ingesta de calcio, ácido úrico, exceso
de azúcar, sal, etc., que al no poder ser filtrados por el riñón, debido a la
poca cantidad de agua que la persona bebe, terminan obstruyendo el paso de la
orina, lo que generalmente deriva una infección urinaria por la presencia de
bacterias.
Los
síntomas de los cálculos renales muchas veces confunde a la persona, quien cree
que el dolor intenso que siente en el bajo vientre tiene que ver con una
apendicitis o peritonitis.
El
doctor Pérez Pozo dice que esa confusión se produce porque el dolor
característico de los cálculos renales, cuyo origen se localiza en la zona
lumbar posterior, suele irradiarse hacia adelante.
Esta
enfermedad, además del dolor intenso y repentino, se caracteriza por presentar
ardor al orinar, producto de la presencia de sangre; orine con mal olor,
fiebre, y micción frecuente. En algunos casos, sensación de vómitos.
Si
presentas, uno o varios de estos síntomas, es probable que estés frente a un
cuadro de cálculo renal.
Sin embargo, para estar seguro, deberás someterte a
una radiografía o urografía para determinar el tamaño y la ubicación del
cálculo (‘piedra’).
Tratamiento
Si
los cálculos renales tienen menos de un centímetro, el doctor Luis Rubio, del instituto
Carrión, recomienda eliminarlos a través de ejercicios, bebiendo chancapiedra,
agua de piña, agua de papa, y más de dos litros de agua al día.
En
cambio, agrega, si los cálculos renales son mayores a un centímetro, deberá
usarse la litotricia, que es un equipo de ultrasonido cuyas ondas de baja intensidad
no solo destruyen los cálculos renales en el riñón, sino también las que se
encuentran en la vejiga y el uréter (conducto que lleva la orina de los riñones
a la vejiga), que luego son expulsados del cuerpo al momento de miccionar.
Según
el doctor Rubio, a diferencia de una cirugía convencional que requiere de un
largo reposo post operatorio, la litotricia es un procedimiento quirúrgico
ambulatorio, donde luego de un breve descanso, el paciente puede retomar sus
actividades con normalidad. (Redacción)
NOTA
La
intensidad del dolor está relacionado con el tamaño y la ubicación del cálculo
renal.
“Una mala
alimentación me causó esta enfermedad”
Demasiada
sal en las comidas y exceso de azúcar en los refrescos y dulces, llevaron a Jovita
Sandoval a sufrir de cálculos renales.
Con
40 años empezó a sentir pequeñas molestias que prestó recién atención cinco
años después.
Luego
de acudir a una clínica, le diagnosticaron tres ‘piedras’ en el riñón izquierdo,
una de un centímetro y dos de medio centímetro.
Para
curarse, le recomendaron una dieta estricta y tomar algunos medicamentos.
En
esas circunstancias, conoce la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo, donde
luego de aprender a usar su fe, logró curarse de los cálculos renales.
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