La mujer de hoy ya no solo busca ser madre y esposa. Ahora quiere poner
el hombro para sacar adelante a su familia.
En la década del 70, 3 de cada 10 mujeres trabaja.
En los 90 la cifra subió a 5 de cada 10. Actualmente el 79% de las peruanas en
edad de trabajar lo hace. Ese cambio ha tenido un impacto positivo en el país a
nivel económico, social y político.
Giovanna di Laura, coordinadora del Centro Mujer de
Centrum Católica, señala que el mayor acceso a la educación fue determinante
para que hoy tengamos más mujeres trabajando y con mejor salario, que hace 25
años.
Otros factores que también abonaron a este nuevo
escenario, fueron los cambios sociales y la llegada de la tecnología.
“Cuando una mujer tiene más educación cambia su
percepción e ideales. Hoy busca tener presencia en otras áreas. Una mayor
equidad en el país, ha permitido que accedan al servicio militar. Que su rol
doméstico haya saltado al ámbito público, con una mayor promoción para que
ingresen en política”, refiere Di Laura.
En los negocios
Hasta el 2015, las mujeres representaban el 43,8% del total
de trabajadores peruanos. Si bien esto representa un salto de más del 10% en
relación a los últimos 20 años, todavía existe una brecha salarial con relación a los
hombres.
Según
la Encuesta de Uso del
Tiempo, las peruanas pasan 76 horas a la semana en actividades
remuneradas y labores domésticas no remuneradas, en relación a las 66 horas de
trabajo de los hombres. Esas 10 horas extras incluyen labores ligadas a la
carga familiar, como el cuidado de hijos, de familiares enfermos o del hogar.
Para
enfrentar esta situación muchos países, como Noruega, han optado por políticas
que promueven la participación masculina en la carga de la vida familiar.
En
puestos directivos el margen ocupado por mujeres apenas llega al 4% en el país,
lo que nos pone muy por detrás de la tendencia mundial.
Sin
embargo, señala Di Laura, una razón para ser optimistas es que en el caso
peruano la disparidad registrada en los directorios puede ser temporal, ya que
la mayor parte de la fuerza laboral femenina es relativamente joven y se halla
en mandos medios. Su avance de gerencias a situaciones de directorios seguirá
un ciclo natural.
A
pesar de los avances logrados por la mujer con relación a décadas pasadas, aún
hay brechas por cerrar. La actitud con que enfrentemos los siguientes retos
será determinante. (C.M.)
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