Ninguna conclusión definitiva parece poder sacarse del primer mensaje que se conoce de parte de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, en respuesta a la nueva iniciativa de diálogo de paz en ese país. Habrá que esperar.
Y es que si a alguien puso a “bailar” el video que se difundió el lunes 3 de setiembre y que se atribuye al grupo irregular colombiano fue a los comentaristas y entendidos de estos asuntos, dentro y fuera de esa nación sudamericana.
¿La razón? Lo inusual del formato.
En éste, unos jóvenes que no portan armas, bailan y cantan al ritmo de rap un pegajoso estribillo, según el cual se encuentran camino de La Habana para negociar la paz con el gobierno colombiano.
Al final, los jóvenes cambian sus uniformes de campaña por camisetas y pantalones de civil, y bolso en mano salen del cuadro como quien va camino al aeropuerto.
¿A quién va dirigido este mensaje? De cara al naciente diálogo, ¿es una buena o una mala señal? ¿Cuál es el objetivo último del rap de las FARC?
Para todos los gustos
Todas preguntas difíciles de responder, en el marco de un proceso que nunca ha sido fácil.
Varios comentaristas tomaron como una indicación positiva algunas de las breves palabras de “Timochenko”, el jefe de las FARC, que también circularon con el video de la canción. “Llegamos a la mesa de diálogos sin rencores ni arrogancias”, señaló en el video el comandante guerrillero
“La letra del video parece confirmar lo que críticos de las negociaciones de paz han argumentado: que las FARC usarán las negociaciones para tratar de ganar legitimidad ante los colombianos y la comunidad internacional”, opinó el diario estadounidense The Washington Post.
Estos puntos de vista partirían de la base de que, en efecto, fue concebido como un mensaje para el público en general.
Otros, como la revista Semana de Colombia, se preguntan si se trata de un “manifiesto político”. Semana concluye que el rap está dirigido más que nada a los propios hombres que conforman la fuerza rebelde.
No hay casualidades
Ariel Ávila, investigador de la corporación Nuevo Arcoiris (una ONG especializada en el conflicto interno colombiano) comparte este punto de vista: “Hay que entenderlo como un video de la tropa, que se filtró. Es algo normal. Es auténtico, pero no es el comunicado final sobre el tema de paz”, dice.
Por contraste, para el analista de medios colombiano Germán Rey “en la guerra no hay casualidades”. En su opinión, si el video era interno, circuló públicamente por un motivo específico.
“Lo primero que hay que ver es que hay un cierto cambio de lenguaje, que no quiere decir un cambio de postura. Quizás con la música quieran intentar acercarse más a los ciudadanos, pues los porcentajes de repudio (a las FARC) son muy altos”, señala.
“No quiere decir que modifiquen su postura dura, pero quieren abrir su mensaje a la ciudadanía”, añade.
¿Lograron su objetivo? Según Ariel Ávila, la reacción en Colombia va de la indignación al asombro.”Pero los especialistas no han prestado mayor atención porque saben que los pronunciamientos reales vienen después”, dice.
“No tengo un barómetro cuantitativo, pero pienso que la ciudadanía colombiana está muy cansada de este proceso, que ha durado tanto tiempo. La opinión general hacia la guerrilla no va a cambiar por un rap”, afirma, por su parte, Germán Rey.
“Pero me parece interesante que (las FARC) hayan entrado a un terreno en el que no habían estado antes. Es un gesto de histrionismo social que busca enviar el mensaje de que no son tan rígidos, y que hay gestos de alegría y cotidianidad (en la vida como rebelde)”, agrega.
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