jueves, 14 de noviembre de 2013

Latinoamérica lidera desigualdad y violencia


De acuerdo a un estudio de impacto de la seguridad, llevado a cabo por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), América Latina es la región con más desigualdad y con alta peligrosidad del mundo.

El ente mundial aplaude que América Latina haya crecido y sacado a millones de personas de la pobreza, incluso el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, sin embargo, el Programa para el Desarrollo (PNUD), departamento que dirige el chileno Heraldo Muñoz, revela los datos de la alarmante situación social de esta parte del mundo. 
El 30% de los latinoamericanos se las ingenian para vivir con menos de cuatro dólares diarios, mientras que el 16% vive en extrema pobreza, con menos de dos dólares y medio al día. Otro 30% se considera de la clase media y solo el 2% son ricos. La desigualdad es otro factor, puesto que de los 15 países con más desigualdad del mundo, 10 se encuentran en esta región y los 100 mil asesinatos anuales, son un obstáculo para su desarrollo social y económico, según insiste la ONU. 
Y la gran paradoja es que mientras dicha región fue el motor del crecimiento mundial, más de un millón de personas murieron asesinadas entre el 2000 y 2010. Debido a que uno de cada tres latinoamericanos señaló haber sido víctima de un delito con violencia en 2012, eso los convierte en los más armados del mundo. Esto se ratifica debido a que allí se concentran 3,8 millones de vigilantes privados, un 50% más que agentes de policía, además de que la contratación de guardias de seguridad es del 10% anual. 
Además, sus ciudadanos optan por cambiar su rutina para evitar sufrir de asaltos, ya que entre el 46% y 65% de los que han sido secuestrados, dejaron de salir de noche, un 13% habla de cambiar de residencia y esto equivale a 58,8 millones de personas. Aquella sensación, según la ONU, restringe sus libertades.
Debido a las elevadas cifras de inseguridad y temores, las Naciones Unidas pone cifra al impacto económico de la inseguridad, el cual calcula que el exceso de muertes reduce en un 0,5% el potencial de la región, lo que equivale a unos 24 mil millones de dólares anuales, ello sin contar el coste de cuentas públicas por delitos y violencia.  
Ante este panorama, la administradora del PNUD, Helen Clark, afirma que; “Sin paz no puede haber desarrollo, y sin desarrollo no puede haber una paz duradera”. Por su parte, Heraldo Muñoz precisa que no hay soluciones mágicas, pero que sí existe un remedio para este grave problema y lo que se requiere es una visión y voluntad política de largo plazo.
La ONU recomienda regular y reducir el expendio de alcohol, drogas y armas, que los considera como “disparadores del delito”, para que se eleven las oportunidades reales de desarrollo humano para los jóvenes, disminuya la violencia de género y se protegerán los derechos de las víctimas. Además, el crecimiento rápido y desordenado de las ciudades, los problemas de escolarización generan condiciones propicias para la criminalidad. 

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