La vigente tendencia hacia la compra de inmuebles debe empezar a replantearse ante la flexibilidad y menor costo del alquiler, en especial, para empresas en fase de desarrollo.
Muchas
personas para estar más cerca de su trabajo o el colegio de sus hijos están
optando por dejar sus viviendas.
Según
María Eugenia Yábar, socia del Estudio Olaechea, en estos tiempos nadie está
para botar su ‘dinero al agua’ al pagar una renta que podría ser en realidad
una cuota del inmueble propio. Sin embargo, el pago de una renta puede ser más
bajo que la cuota del préstamo. “En este caso, la capacidad económica es
determinante para tomar la decisión”, precisa la experta.
Fernando
Urbina, docente de la Universidad Norbert Wiener, plantea que conviene alquilar
una vivienda cuando tienes ingresos bajos y poca solvencia financiera para
endeudarte. Sin embargo, conviene más alquilar cuando se puede generar más
ingresos haciendo otras inversiones con el dinero que se destinaría a una
compra.
“Comprar
conviene cuando la cuota del préstamo es similar al pago de un mes de
alquiler”, agrega Urbina.
Para
ello hay que tener en cuenta la estabilidad de nuestros ingresos, evaluar-en
tanto sea posible-el desempeño futuro del país y la tasa de interés que se
aplicará al crédito que uno obtiene. Lo recomendable, dice, es no endeudarse
por más de 15 años.
Para empresas
Si
una empresa está en fase de consolidación, el alquiler abre la posibilidad de
mudarse de acuerdo a las circunstancias del mercado. Pero si es una empresa
consolidada y está en busca de un local para una instalación permanente, la
compra suele ser una mejor opción.
Urbina
señala que otro factor a considerar es el financiero. “Al inicio, la mejor
decisión de una empresa es invertir en su actividad principal para generar
utilidades y capacitarse”, sostiene.
Agrega
que una buena compra inmobiliaria es para la empresa una inversión que surge de
la búsqueda de oportunidades y que se convierte en un activo fundamental que
muestra su consolidación.
Manuel
Pinzón, gerente general de Bricks Consultores Inmobiliarios, sugiere que antes
de embarcarse en la compra de un inmueble, el empresario debe definir
claramente el modelo financiero de la compañía, además de las proyecciones
económicas y financieras del negocio.
“En
el caso de los pequeños y medianos empresarios, yo recomendaría el
arrendamiento de un inmueble. Ello permite enviar el alquiler al gasto, con los
consecuentes beneficios tributarios, que a su vez permite ser más ágil y
flexibles en la toma de decisiones”, dice Pinzón. (Redacción)
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