Los rayos
ultravioletas provocan escozor y enrojecimiento en varias partes del cuerpo.
Saber qué medidas tomar, evitará fuertes molestias.
Con
la llegada del verano, la exposición a la luz puede causar diversas
enfermedades cutáneas, conocidas como fotodermatosis, siendo la erupción
poliforma lumínica (EPL), conocida también como alergia al sol, la más común de
todas ellas.
Conocer
la prevalencia exacta de la EPL es muy difícil, ya que aunque muchas personas
experimentan reacciones anormales frente a la luz solar, los síntomas suelen
ser leves y transitorios, por lo que la mayoría de las veces no consultan a un
médico.
De acuerdo con el doctor José Aparcana Ramos, director de Dermaperu, la
EPL es más frecuente en mujeres que en hombres, generalmente
en una proporción de 2 por 1 o 3 por 1. Afecta a todas las razas y tipos de piel,
aunque los pacientes de tez blanca suelen verse afectados con más frecuencia.
La causa de
esta enfermedad es desconocida. Sin embargo, se sabe que la EPL
aparece cuando hay una exposición a los rayos ultravioleta (UVA o UVB) más
prolongada de lo normal. Por este motivo, es más frecuente al inicio de la
primavera y en verano, es decir, los meses del año en los que los rayos solares
son más intensos.
A
diferencia de la mayoría, que esperan con ansias el verano, para Jazmín Cotrina
Culca, de 23 años, la llegada de esta estación era un martirio, pues cada vez
que sus piernas se exponían al sol le aparecían granitos que le causaban fuerte
escozor, razón por el cual, debía usar pantalones y blusas de manga larga para
evitar que el sol enrojeciera su piel.
Según
la doctora Lucía Canales Quispe, de EsSalud, para las personas alérgicas al sol,
como Jazmín, es esencial la protección solar estricta, aunque en los casos más
graves se puede utilizar fármacos.
Síntomas
Las
personas sensibles a los rayos solares suelen presentar en unas pocas horas o
varios días después de la exposición a la radiación UV lesiones en las áreas de
la piel descubiertas al sol. Estas lesiones, afirma la dermatóloga Canales
Quispe, pueden persistir durante varios días, dejando en algunos casos
cicatrices.
La
forma de las lesiones es muy variada, de ahí el nombre de erupción polimorfa. Según Lucía Canales, los más frecuentes son
las pápulas (lesiones de menos de un centímetro de
tamaño, sobre elevadas y bien definidas), las
papulovesículas (similares a las anteriores y a las
que se suman pequeñas ampollas con contenido líquido en su interior) y las lesiones eritematosas multiformes (es decir, lesiones enrojecidas de
muchas formas diferentes).
Tratamiento
El
doctor José Aparcana sostiene que los pacientes con EPL deben usar cuatro veces
al día bloqueadores solares, y en las noches cremas hidrantes. También jabones
neutros, pues al no tener perfumes ni colorantes, son ideales para pieles muy
sensibles o con tendencia a algún tipo de alergia.
Cuando
las personas tengan que salir, recomienda usar ropas holgadas y sombrillas de
algodón, no de plástico, ya que ellos generan el efecto lupa.
Lucía Canales, por su parte advierte a las personas a no
automedicarse, para no confundir un problema de alergia con hongos, como a
veces acontece.
Jazmín
Cotrina cansada de las molestias propias de la alergia decidió curarse usando
su fe, y para ello perseveró en las cadenas de sanidad, donde pudo ver la obra
de Dios. (Redacción)
ZONAS
MÁS EXPUESTAS
Según
la dermatóloga Lucía Canales, el cuello, el escote y los antebrazos, como
también los brazos, la espalda y las piernas, son las áreas del cuerpo más
expuestas al sol, y por tanto, con mayores posibilidades de sufrir con la
alergia solar.
El
rostro y las manos normalmente no presentan síntomas de lesiones por estar habituadas
a la luz solar.
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