A pesar que las drogas son el tercer problema más importante del país (antes están la delincuencia y la pobreza), un 28.9% de peruanos asegura que nadie en su casa habla del tema y de sus consecuencias. El reflejo de esta realidad ha originado que el 32.2 % de adolescentes busque información de las drogas en las calles.
Por lo menos, así se desprende del último Estudio de opinión sobre drogas en la población urbana realizado por Cedro entre marzo y abril de este año.
Es así como el 45.4% de los encuestados- que incluyó a personas de 12 a 65 años en Lima y en 12 ciudades de la costa, sierra y selva- manifestó que le es fácil conseguir marihuana, un 30.9% dijo lo mismo del PBC, y un 24.1%, de la cocaína.
¿Por qué los padres e hijos no conversan sobre este tema? Según el psicólogo de Cedro Milton Rojas, existen muchas razones que explicarían esta realidad. Una de ellas dice, está en la falta de tiempo de los padres-ya sea por trabajo o estudio- que no les permite conversar con sus hijos sobre sus problemas, dudas y temores. La otra razón la encontramos en la falsa creencia de que hay drogas-como el alcohol-que no son muy dañinas. Y finalmente, agrega, está el problema de la crisis, no solo económica sino de convivencia, que lleva a los padres a pensar que este tema no es prioritario.
Por su parte Jaime Antezana, experto en temas de narcotráfico, considera que la razón estaría en que la mayoría de los padres solo dan ordenes (“Cuidado que consumas drogas, si lo haces ya sabes lo que te va pasar”), ya sea porque desconocen el tema o sí conociéndolo prefieren amenazar en vez de orientar. “Esto convierte a las drogas en un tema tabú que despierta entre los jóvenes una natural curiosidad de saber porqué sus padres se niegan hablar del asunto”, dice.
Razones del consumo
El estudio de Cedro también arrojó otro dato revelador. El 39% de los encuestados dijo que fuma droga porque tiene problemas familiares. Otro 21% afirmó que lo hace por curiosidad, un 9.4% como causa a la diversión, un 9.1% a la presión del grupo y un 6.5% a problemas psicológicos.
Para el doctor Martín Nizama si bien los problemas familiares son una poderosa causa para caer en las drogas no está de acuerdo con aquellos que afirman que cayeron en el vicio por curiosidad. “Hablar así es no reconocer que la verdadera causa del problema está en las frustraciones, traumas y sufrimientos de las personas”.
“Es lo que nosotros llamamos la ‘maleta de doble fondo’. Es decir, esconder tras una justificación una serie de carencias y dificultades para que la familia no la visualice”, refiere Nizama.
El sondeo asimismo aseveró que el 12% de las relaciones sexuales-ya sea por consentimiento o no-se dio bajo el efecto de alguna droga.
No cabe duda que esta revelación es preocupante, más aún cuando la Encuesta Demográfica de Salud Familiar (Endes) reveló que el 27% del total de las embarazadas entre 12 y 25 años en el 2012 fue como consecuencia de haber consumido algún tipo de droga (marihuana, clorhidrato de cocaína, LSD, ketamina y éxtasis, entre las ilegales. Y entre la legal, el uso del alcohol).
Precisamente en las llamadas ‘fiesta semáforo’, ‘ruleta sexual’ y ‘peras malogradas’ se ha podido observar el uso masivo de este tipo de drogas que no solo degeneran la salud de los adolescentes sino que también los predispone a tener relaciones sexuales sin protección.
¿Cómo solucionamos este problema?
Si bien el sondeo arrojó que la gente es cada vez más consciente de los efectos que origina el consumo de drogas, lo que falta-a decir de Rojas-es que los padres se vinculen más con sus hijos. “En la medida que no logremos esto, poco servirá las campañas de información y sensibilización que se hagan sobre las drogas”, resalta el experto.
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